Rebajas. Interesante. Intrigado sobre este tema decidí realizar una investigación de campo. Lo que sigue es el resultado.
Las rebajas son al capitalismo lo que una orgía sería al sexo. Es decir, que en principio suena bien, pero cuando ya estás metido ves en seguida que no era tan buena idea. Para empezar, llegan justo de la navidad, lo que no vendría a ser el momento ideal. En primer lugar, estás sin un duro; en segundo, y mucho peor, con
En la imagen, un grupo de dependientas de Zara se preparan para el inicio de las rebajas (imagen de archivo)
El procedimiento es sencillo en teoría. Acudes a un centro comercial próximo (bien por propia voluntad, bien sutilmente motivado por algún ser habitualmente querido, que es que vas siempre hecho un asco, a ver si tiras esos andrajos de una vez y te vistes como una persona, hombreyá), eliges algo de ropa de tu gusto, te la pruebas, la pagas y te vas.
Esto es en teoría. Y en teoría hasta el comunismo funciona.
La realidad es bien distinta.
En primer lugar la tienda está abarrotada de gente que ha tomado mucho café o quizás no el suficiente, no lo sabría decir. En segundo, hay más ropa en tirada por ahí que colgada en las perchas, por lo que cuesta bastante encontrar cualquier cosa. Para empeorarlo todo, parece que los fabricantes de ropa han vuelto a cambiar los tallajes de todo porque cuando te pruebas tu talla parece que ya no es tu talla sino la de alguien más pequeño. De la que tú necesitas no parece haber nada por ninguna parte. Bueno, en ninguna parte no, porque hay unas baldas marcadas como 'nueva temporada' en la que hay de todo pero mucho más caro. ¿Para que las ponen? ¿Quién dice "mira, voy a comprarme ropa en rebajas que hay que hacer un montón de cola en los probadores y luego encima más cola para pagar, pero voy a comprar solo cosas que estén a precio normal"? Si es que hay que ser tonto. Cuando al final encuentras algo de tu talla te pones tan contento que compras un montón de cosas que luego vas a tener que devolver porque cuando llegas a casa descubres que eran horribles. Si amigos, devolver las cosas después es parte de la diversión de las rebajas. De hecho hay gente que compra solo para poder devolver luego las cosas, solo por el placer de comprar y de volver reventado a casa.
Y hasta aquí mi estudio de campo. La conclusión más obvia es que la humanidad está loca y el fin del mundo está cerca, pero vamos, lo mismo puedo estar equivocado.
Advertencia: Los hechos aquí narrados son una exageración humorística basada en situaciones de los demás. A nosotros los guapos y ricos los diseñadores de moda nos mandan la ropa a casa gratis para que les hagamos publicidad, faltaría más...
3 comentarios:
Precioso, la próxima vez cuelga vídeos.
Creo que es la primera vez que las fotos se ajustan al texto... :P
Jezabel: Es que mi móvil no graba bien los vídeos. Ahora, las fotos las clava, no me digas que no.
Gárgamel: Si, es que he recibido críticas por ese tema y he decidido tomármelo en serio. De todas maneras tampoco te acostumbres, no creo que me dure.
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