miércoles, 22 de agosto de 2012

Mil ruidos pequeños.

Estoy convencido de que lo acabará con la humanidad es el ruido. Ni la contaminación, ni una guerra nuclear, ni si quiera Justin Bieber. El ruido es lo peor. Valga aquí un pequeño catálogo de ejemplo.

1. El mosquito nocturno. El rey de los ruidos pequeños. Un pequeño zumbido tan leve que casi ni se escucha y que es capaz de tener despierto al más pacífico de los mortales con los ojos inyectados en sangre hasta las tres de la mañana. Hay gente que ha muerto intoxicada por insecticida tratando de matar un mosquito. El mosquito no, al parecer son inmortales.

2. La mosca rebelde. Tengo un odio muy especial por estos bichos que tienen la característica particular de pasar de comer mierda a posarse en tu comida directamente (vamos a ver, bicho asqueroso: o te gusta una cosa o la otra, las dos no pueden ser ¿qué lo haces, por joder?) y que por sí solas justifican que dude de la salud mental de Machado por dedicarles un poema. Pero lo que más odio de las moscas es cuando de repente una parece querer meterse en tu cerebro a través de tu oreja. Escuchas un zumbido que aumenta de repente y piensas 'ya está, ahí viene'. Yo siempre me las imagino pensando que han encontrado un fallo en las defensas por el que destruir La Estrella de la Muerte: 'Luke, confía en La Fuerza'.

3. Ese ruidito del coche. El del coche es un ruido especial. Porque no suena hasta que no lo tienes un tiempo y solo cuando le da la gana. A veces, solo lo escuchas tú. Y te preguntas '¿qué será? Bah, probablemente nada. Pero... ¿y si es el tornillo del volante que se está aflojando y cualquier día me quedo con él en la mano mientras voy a 120 por la autopista? Seguramente un montón de gente muera así'. Y entonces lo llevas al mecánico. Que los mecánicos es bien sabido que son inmunes a este tipo de ruidos (debido al follón de las máquinas en el taller y sobre todo a los radiocasetes sintonizados en Radio Teletaxi. Ha habido gente que, desesperada por el ruido ha tratado de vender el coche. Hasta que el comprador ha preguntado '¿Y este ruidito?'.

4. Los niños (de los demás). Los niños son unos seres de una naturaleza especial. Capaces de ser adorables en ciertas situaciones (y en concreto, en fotos en blanco y negro ligeramente borrosas y con sombreritos graciosos) y totalmente odiables en todas las demás. Los niños tienen dos variantes especialmente odiosas. Son el niño de los vecinos de arriba (que siempre están entrenando para el campeonato mundial de canicas, al parecer) y cualquier otro niño en modo 'PAPÁ, PAPÁ, PAPÁ, PAPÁ...' Lo curioso de este ruido es que solo es audible por los demás, los propios padres son inmunes (supongo que es un mecanismo de defensa que evita que la raza humana se extinga violentamente por el método de estampar al niño de una patada, que es lo que apetece). Es como cuando un niño está en modo rabieta a volumen máximo y los padres te dicen con toda tranquilidad 'no te preocupes, ya se cansará'. A lo que tú, al borde del colapso nervioso respondes: 'ya pero ¿y si me estalla a mí antes el cerebro?'

5. El ciclomotor de la siesta. Yo que conduzco bastante (por motivos profesionales, si bien es cierto que normalmente de madrugada y perseguido por la policía) pensaba que los ciclomotores se habían extinguido  Ese vespino rojo sin intermitentes y con un solo retrovisor (el izquierdo, normalmente, aunque con el tornillo suelto y dando vueltas todo el rato) había pasado a la historia junto con las cassetes de WHAM y las hombreras. Pero al parecer no, amigos. Solo se habían ocultado brevemente para reaparecer a la hora de la siesta. El ciclomotor, el vehículo único en el universo por su capacidad de convertir la gasolina en ruido directamente sin producir caballos en el proceso, ha vuelto para quedarse. Al menos hasta que yo vuelva a currar y deje de poder hacer la siesta...

6. Los vecinos follando. Mirad, yo soy partidario del sexo. A mí que la gente folle me gusta, aunque solo sea porque igual un día me toca a mí (¿esto como va? ¿por turnos? Lo digo porque me parece que a mí me habéis saltado ¿eh, mamones?). Lo que no soporto es que follen los que están cerca de mí, porque me recuerdan que yo no lo estoy haciendo. Y si la que lo hace es una vecina maciza, pues mira, todavía porque lo mismo hasta da para paja te mola imaginártelo. Pero no. Siempre es una pareja a la que no te apetece imaginarte y que luego te vas a encontrar en el ascensor, lo que siempre es una situación incómoda (Al menos para ellos: 'hombre, el que bufa como una locomotora y la que chilla como una rata cuando se corre'). Y encima duran muchísimo ¿Por qué será que el sexo parece muy corto cuando lo hace uno mismo y se hace larguísimo cuando son los demás? Misterios de la vida.

7. Los teléfonos. El móvil es ese invento diseñado directamente por Satán para acabar con la humanidad. Pero que no contento con el invento original (esos politonos sonando a todas horas) se ha combinado con la creación de su primo sudamericano (El Diablo, muchos quizás lo conozcáis por el videojuego): el reguetón. Ahora podemos estar en una terraza tomando una cerveza, en el metro leyendo un libro o en la playa mirando tetas tomando el sol, mientras disfrutamos de los grandes éxitos de la música latina a toda potencia en el altavoz de mierda de un móvil. Un comentario extra merece esa gente que nos permite disfrutar de sus conversaciones de teléfono a grito pelado en cualquier parte ¿Por qué siempre gritan tanto? ¿Eso no es atenuante en caso de paliza?

8. Los micrófonos. No, esta es de relleno. Por cierto ¿qué habrá sido de Tata Golosa? Pues yo creo que tenía una carrera prometedora. Claro que también pensaba que Justin Bieber duraría diez minutos y ahí lo tienes. Lo mismo no tengo mucho ojo para esto...

9. Las verbenas. El rey absoluto de los ruidos de verano. Te coges unos días de vacaciones para reposar del ajetreo de la ciudad en el lugar más apartado que se te ocurre (pueblo de interior sin ningún atractivo turístico más allá de las boinas) y resulta que justo esa semana son las fiestas y te amenizan todas las noches con una banda que realiza sus propias versiones de temas que ya odiabas tocados por sus artistas originales. Contra estos tenía que hacer algo la SGAE, y no con los pobres desgraciados que se bajan pelis que no se pueden encontrar legalmente por ningún lado (o sí, pero no les apetece que se lo lleve muerto la SGAE, que eso sería otro tema).

10. Y ya, que estoy de vacaciones y me canso. Mira, y yo que pensaba que no sería capaz de hacer una lista con diez puntos, pero al final sí ¿veis? Este es el 10. Pues nada, ya está ¿no? Ahora os dejo, que tengo que ir a alquilar una batería para ensayar esta tarde a ver si me sale un tema de Metallica que me gusta mucho. Pero ahora no. Me esperaré a que se haga la hora de la siesta para no molestar mucho a mis vecinos*...




He puesto 'batería' en google y me ha salido esto. Debe ser digital ¿A ver si no lo hacía tan mal el mono de la documentación?


DisclaimerHago chistes de Justin Bieber y de quejarme de que follo poco porque veo que en twitter hacen gracia, pero vamos que yo no tengo ni idea de quién ese señor (¿o señora? he visto fotos en google y la verdad es que no lo acabo de tener claro) y de lo de follar, bueno ¿Habéis visto lo poco que escribo aquí últimamente? Pues es por esto. Y os dejo, que la selección femenina de hockey se me ha despertado ya y parece que quiere guerra otra vez... 

*Licencia poética con fines humorísticos. Como ya he comentado varias veces yo vivo en una vieja base de submarinos soviética situada en la Antártida, por lo que mis únicos vecinos son los pingüinos. Bueno, eso y el mono de la documentación, pero ahora mismo está en Kenia visitando a la familia.