Como conquistar a una mujer

Hay un tema sobre el que nunca se habla lo suficiente y es el de las relaciones interpersonales. Y me vais a tener que perdonar que me dirija al público masculino mayormente heterosexual, pero cada uno juega en el equipo que juega. A pesar de que no soy experto en nada, a lo largo del tiempo he conseguido llegar a un par de conclusiones que me parece que merecen ser compartidas.

Los hombres están confusos como género, esto es un hecho -como especie también, pero ese sería otro tema- y esto es así en gran parte por culpa de ellos mismos. Al principio, hace mucho tiempo, nadie escuchaba a las mujeres y ellas se ve que se cabrearon y se dedicaron a mandar mensajes incomprensibles y contradictorios. Ahora que si que dicen lo que piensan -o al menos algunas de ellas, bajo ciertas condiciones de presión y temperatura- es casi peor, porque suelen pillar a los hombres desprevenidos. Es que no hay costumbre, claro.

(Aquí tengo que hacer una nota al margen: no es recomendable en general intentar entender lo que la gente dice, es como tratar de entender una película polaca con subtítulos en ruso. Además como todos los que ven House saben, todo el mundo miente. Es mucho mejor fijarse en lo que hacen, da muchísima más información.)

Para agravar la situación, las mujeres son un poco como los chinos, que vistas de lejos parecen todas iguales cuando tienes una delante ya no hay quien las entienda. No, quería decir, que luego cada una es distinta y les gustan cosas diferentes y eso. A pesar de esto, creo que se pueden extraer ciertas generalizaciones.

Todos los expertos parecen coincidir en que para conquistar a una mujer, hay que ser una mezcla de James Dean, George Clooney, Harrison Ford (el de Indiana Jones y el de Star Wars, principalmente), Nacho Vidal y un oso amoroso. Puede que olvide alguno, que en esto tampoco es que haya consenso. Hay que ser superromántico como un adolescente, rudo como un leñador, independiente como un gato, indefenso como un bebé, fiel como un perro, más fuerte que un tren y más rápido que una bala. No, espera. Esto mejor no.

Todo ello en porcentajes diferentes según la mujer, y a ser posible en los días correctos, porque mal administrado esto puede ser desastroso (hay casos bien documentados de hombres superrómanticos que han muerto violentamente por ser ñoños en un mal momento). Todo esto puede parecer difícil, pero no lo es. Es completamente imposible.

Hay un sistema mejor: ser tú mismo. Arriesgado, lo sé. Y puede que te reste parte de público potencial de entrada, es cierto (es imposible gustarle a todo el mundo, al menos sin tratar de engañar). Pero ten en cuenta de que hay muchas mujeres -aunque no todas, como a ellas les gusta sostener- que son incómodamente inteligentes, y si finges te van a pillar, es cuestión de tiempo.

Además una mujer a la que conquistas siendo tú mismo está perdida. Le vas a gustar siempre, porque tú eres tú. Otra cosa es que termines siendo demasiado tú, que todo tiene una medida... (o que la pringues en algún momento, que esto tampoco es un cheque en blanco)

Claro que esto es mi opinión, y como en cualquier cosa, puedo estar equivocado. Seguramente haya gente que sostenga que para conquistar a una mujer es mejor la mentira y el engaño, o incluso puede que el secuestro y la extorsión.

Bueno, toda posición es respetable si se puede defender con argumentos...