Yo estuve allí

Ayer estuve en la manifestación con los indignados*. Yo ya sabía que lo que vería sería bastante distinto de lo que reflejan los medios (para empezar, porque ya estuve en las acampadas). Lo que había allí era gente como tú y como yo. Bueno, seguramente más como yo, si tú no estuviste allí. Pero gente normal. Los mismos que te encuentras en el autobús, comprando en las rebajas, cenando en cualquier restaurante un sábado por la noche. No radicales, no perroflautas, no comunistas, ni siquiera gente de izquierdas. Gente. Gente normal. Unidos por el mismo descontento.


Había muchísimos jóvenes, por supuesto. Gente muy joven, porque ellos son los que están en edad de creer que este tipo de cosas sirven para algo. La gente con el tiempo va haciéndose cínica y va dejando de creer en la democracia. O se hace cómoda y prefiere aprovechar un domingo de sol para ir a la playa o quedarse tirado en el sofá viendo la tele. Claro que había gente joven, pero no solo estaban ellos. Había gente de todas las edades. Y gente muy mayor. Gente muy mayor que sonreía mucho, como si volviera a creer en la gente joven. Y eso es bonito de ver.


Había perroflautas, claro, pero menos de los que quieren hacer creer en los medios. Son muy visibles, porque llaman más la atención, pero eso no quiere decir que sean una mayoría. Lo cierto es que había más gente que parecía estar saliendo de Zara o de Springfield que de una casa okupada (especial gracia me hizo una chica que llevaba un perro al que había puesto una pancarta -no somos violentos- y que llevaba una flauta y una pegatina en la camisa que decía 'yo también soy perroflauta'; la gracia estaba en que no lo parecía, claro).


Nadie gritaba lemas políticos ni blandía banderas. Ni un grito por la revolución o pidiendo el voto a la izquierda. Únicamente gritos en contra de la corrupción y del pacto del euro. Y ni un violento. Todo era buen rollo y buen ambiente. Y quiero insistir mucho en esto, porque en general, en cuanto se juntan 30 personas es normal que haya un porcentaje de idiotas (y si no sabes esto es que no has estado nunca en una reunión de vecinos) y tiene muchísimo mérito que haya movilizaciones sin altercados. Y eso a pesar de que estas cosas suele atraer idiotas de igual forma que es inevitable que en los blogs aparezcan trolls. Sabemos lo que son, y siempre hay un porcentaje de tontos. Por favor, que no se manipule todo esto porque aparezcan de vez en cuando. Ellos tampoco nos representan.


Durante la movilización escuché un lema que es clásico de las manifestaciones desde hace años: "luego diréis que somos cinco o seis". Y pensé que seguramente sería así, al menos en ciertos medios.
Esta mañana, a través de twitter, me he enterado de como trataba el tema La Razón (vía Nacho Escolar)

La gracia de la imagen se ve al hacer el zoom:

En los tiempos que corren no llama la atención ver fallos de photoshop, y ya estaba claro antes de que sucediera, que  se iban excusar con un error al empalmar dos fotos. Al final esto es lo de menos, no hay más que ver la foto completa para ver que se han molestado muchísimo en hacer un encuadre en que se viera más suelo que gente.

También en la web de Nacho escolar se puede ver como el mismo medio cubre una manifestación similar pero más afín a su ideología. Es obvio que según interese que en la manifestación haya más gente o menos se elige el encuadre. Esto no sería tan triste si no fuera porque mucha gente solo ve la realidad a través de un medio. Y es por este tipo de cosas que siempre habrá dos Españas.


De todos modos, yo tengo que decir que lo de la foto me parece menos indignante que el titular. Comparar el número de votantes de las últimas elecciones con el de participantes en las movilizaciones es directamente estúpido. Señores de La Razón, yo voté las últimas elecciones y estaba en las movilizaciones ¿me convierte eso en inconsistente, o son ustedes los que no han entendido el movimiento? ¿Hacemos una portada con el número de abstenciones, votos nulos y blancos, o esa no interesa?

Obviamente, la realidad nunca es tan sencilla de analizar. Pero jugar a la demagogia es fácil y bonito ¡todos podemos hacerlo!


Y esta es la parte que me da pena de todo esto. Todavía hay gente que no sabe de qué va este movimiento. Gente dispuesta a criminalizarlo al menor motivo en cuanto aparece algún idiota (y a pesar de que el movimiento se ha desvinculado en todo momento de la violencia y ha insistido en que no quieren hacer así las cosas). Gente que criticará simultáneamente que es un movimiento de izquierdas (a lo que yo rebato que no debería, pero que obviamente no vamos a ver en las manifestaciones a la gente que acaba de votar al PP, no tendría sentido; y antes de que nadie pregunte, votantes del PSOE sería igual de inconsistente o más), y que es un movimiento que solo sabe protestar pero no da alternativas (es que no tiene que dar alternativas, para eso están los políticos; solo pretende mostrar descontento). Estoy seguro de que si surgiera una fuerza que tratara de aunar a los descontentos en un partido, también habría gente que protestaría diciendo que al final todo esto era una maniobra para lograr votos. Total, ya hemos oído que lo ha montado Rubalcaba y que lo paga ETA, yo me lo creo todo...


*Sigue sin gustarme este nombre, pero al final ha ganado la prensa...