A pesar de que este no es un blog dedicado a la política, temo que hay veces en las que no es posible quedarse ajeno a la realidad. Aquellos de vosotros que me sigan en twitter ya habrán notado una paulatina implicación por mi parte en el fenómeno #nolesvotes (lo que la prensa llama indignados). A pesar de que conocí el fenómeno tarde, y al principio fui algo reticente a unirme, finalmente me convencí de la bondad del mismo. Vaya esto por delante para que nadie se lleve a engaño: este no va a ser un análisis de las elecciones objetivo. Probablemente, ninguno lo sea, pero yo prefiero dejarlo claro desde el principio.
En un país en el que la filiación política (entendida como ‘ser simpatizante’, no creo que haya mucha gente afiliada realmente a los partidos) se entiende de manera similar a la pertenencia a un equipo de fútbol (algo en lo que está muy mal visto cambiar de lado) y donde la tendencia parece ser a dejar de interesarse por la política porque ‘son todos iguales’ y ‘da igual que los míos roben, que los tuyos también lo hacen’ ha pasado algo que ha removido el país de arriba abajo, de forma pacífica pero enérgica. Y me parece que se trata de un fenómeno que merece ser estudiado.
En primer lugar, tengo que manifestar mi sorpresa porque el movimiento se haya entendido tan poco. Los periodistas y políticos, o directamente son tontos, o tratan de manipular vilmente. Y no sé cuál de las dos me da más miedo (aunque sí que sé cuál es la más probable: sin duda la segunda). Todo lo surgido en el movimiento, muy heterogéneo desde el principio, puesto que incluye varias plataformas distintas, ha sido mal transmitido a la sociedad en la mayor parte de los medios. Por lo que yo he podido extraer de lo que he visto por internet, se trata de una manifestación del descontento popular. Nunca ha tratado de convertirse en un partido político, y desde luego nunca ha sido promocionado por ningún partido político (ni Izquierda Unida, ni Rubalcaba, y desde luego no por ETA -no veáis Intereconomía, niños, hace daño al cerebro). Ni siquiera se pedía la abstención como han entendido muchos. El #nolesvotes se refería a los dos grandes, PP y PSOE, pero se dejaba al juicio de cada uno si lo mejor era votar en blanco, nulo, abstenerse o votar a un partido minoritario (y era esta última opción la que parecíamos defender la mayoría).
Y para demostrar lo heterogéneo del movimiento, solo hace falta ver que ni siquiera tiene nombre. En twitter se alternaban un montón de hashtags para referirse al mismo tema. Como anécdota, me gustaría comentar que yo mismo traté de hacer notar ese problema en un par de tweets:
“Insisto que hace falta unificar hashtags #acampadasol #democraciarealya #nolesvotes #esunaopcion #nonosvamos #yeswecamp #vendoopelcorsa”
“¿Cómo queremos que llamen a esto en los libros de historia? Lo digo porque ahora estamos a tiempo, que luego viene un listo y le pone nombre”
Y finalmente:
“Es que veo que le llaman "el mayo del sesentaytwitter" y por ahí no paso.”
Supongo que poco importa, pero ahora es tarde para ponerle nombre. Como ya advertí, los medios se han encargado de ello. Le llaman ‘movimiento 15M’ o ‘los indignados’. No me gustan ninguno de los dos, pero qué le vamos a hacer.
El movimiento por supuesto no trataba de conseguir la abstención o el voto a Izquierda Unida, como se ha tratado de hacer creer desde ciertos medios. Se trataba de un grupo de gente molesta por no sentirse representada y que querían que los escucharan. Gente de todas las edades y tipos (y no perroflautas o antisistemas) harta de la corrupción, de políticas que parecen favorecer a la banca y las grandes empresas mucho más que a los trabajadores, y a la que irritaba ver que los políticos no hablaban de los temas que les preocupaban a ellos ni siquiera en campaña. De hecho mi teoría es que todo esto estalló espontáneamente debido a lo soporífero de la campaña (de hecho si se ha conseguido animar algo la campaña ha sido con esto, precisamente). Todo ello de una manera ejemplarmente cívica y pacífica. Ya me gustaría que un solo partido de fútbol fuera así...
Lamentablemente, tengo que reconocer que era un movimiento virado a la izquierda. A mí esto, por supuesto, no me parece mal, pero creo que hubiera estado bien que más gente de centro o directamente de derecha se uniera a él. Todos podemos estar descontentos, no solo los de izquierdas. Del mismo modo que no está bien que la derecha monopolice la bandera nacional, tampoco tiene sentido que la izquierda se quede con la calle. Este país todavía tiene que aprender esto.
Esto por descontado, produjo que el PP se desvinculara inmediatamente del fenómeno y que incluso señalara que se trataba de un tipo de conspiración para perjudicarles a ellos. Nada más lejos, por supuesto. Mientras la izquierda dispone de más partidos a los que dar (o no) su voto, la derecha solo tiene un partido que recoge todo el espectro, por lo que era obvio que este movimiento no les iba a perjudicar a ellos. En principio.
Y entonces ¿cuál es la conclusión de todo esto? Todo el mundo parece hacer la lectura de que el PP ha arrasado en las elecciones y nadie se ha beneficiado de la debacle socialista. Bien, esto me parece doblemente erróneo. Si bien es cierto que siempre se ha dicho que unas elecciones locales no son extrapolables a las generales porque se vota a personas más que a partidos, yo creo que esto es así en un porcentaje pequeño, y más falso cuanto más grande es la población. De todos modos, es inevitable que en casos de descontento se castigue mucho al partido en el gobierno, esto ya ha pasado antes. Con todo, opino que el PP tenía todas las papeletas para tener una victoria aplastante. Pues bien: no lo ha sido. Según un artículo de El país si esto hubieran sido unas generales, el PP no hubiera alcanzado la mayoría absoluta. A mí esto me parece un fracaso para el PP. Es decir, si en la actual coyuntura no son capaces de llevarse todos los votos y más, nunca lo van a ser. Y más les vale hacerlo muy bien, porque en mi opinión, en las generales no va a haber tanto castigo. Muchos de los que han dejado de votar al PSOE podrían volver ante el temor de que arrase la derecha.
Sospecho que Rajoy sabe esto. A mí personalmente me sorprende lo poco hablador que está últimamente. Me da la sensación de que Rajoy ve que va a ser la crisis lo que le va a dar la victoria y no su carisma como líder y por ese motivo utiliza la estrategia de hablar lo menos posible. Es como si pensara que como todo va bien, es mejor no abrir la boca y cagarla. Como decía Marx, el gran filósofo ‘Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas’ (por cierto, Groucho, no Karl).
Por lo demás, es visible el ascenso de Izquierda Unida. Efectivamente muy pequeño, pero el primero desde que empezó su propia travesía por el desierto. Quién sabe, quizás vuelva a ser una fuerza importante en el escenario político. Rosa Díez es otra a tener en cuenta. La abstención, por su parte ha sido enorme (con un 33% sería la fuerza más votada, frente a un 24% del PP) y los votos en blanco y nulos han ascendido ligeramente. Es difícil decir cuánto de todo esto ha sido debido al movimiento, pero creo que hay una cosa clara: las cosas pueden estar cambiando. Como el Sr. Cuervo señalaba en su blog, esto se ha conseguido con un movimiento espontáneo, improvisado en su mayor parte y prácticamente en tres días. Los políticos si no son tontos, verán la fuerza espectacular de ello. La próxima vez que vayan a hacer algo en contra de la ciudadanía, tal vez teman las consecuencias. España ha dejado de ser ese país en el que se puede subir la edad de jubilación y prácticamente nadie protesta. Por otro lado, la propia ciudadanía se ha vuelto autoconsciente. Ha visto su poder reflejado en algo que era difícilmente previsible (y que ha sorprendido a todo el mundo) y puede estar menos reacia a actuar en caso de ser necesario. Esto no ha sido más que un temblor de tierra. Lo próximo podría ser un terremoto.
Ahora por supuesto hace falta que se articule mejor este movimiento, que se unifique y clarifique su mensaje para el gran público. Si esto sucede, el efecto en unas elecciones generales puede ser muchísimo más amplio. Creo que nos podemos permitir ser optimistas.
Magnífica fotografía de Jacobo Méndez que ilustró la portada de El País el sábado pasado.
Actualización: acabo de leer el análisis de Andreu Buenafuente y me alegra ver que coincidimos en una parte muy importante..
Otra actualización: Si alguien quiere leer el comunicado de Democracia Real Ya, lo puede leer aquí.
7 comentarios:
El "todos son iguales", el "equidistancianismo", es promovido siempre en beneficio de algunos muy concretos, es buscar un mínimo común denominador donde no lo hay, es saturar de clenbuterol cualquier posible debate.
No todos son iguales. Los habrá buenos y los habrá malos, pero todos sabemos quiénes son los peores.
A mí me gustaría poder ser tan optimista como tú pero es que me imagino a Esperancita otra vez en el gobierno y se me corta la digestión...
Tanta política me está quitando tiempo para viciarme al Witcher2, pero bueno, siendo que es tu blog, pues uno hace una excepción.
Básicamente estoy de acuerdo con todo lo dicho, es cierto que el perfil de "indignado" era el de votante de izquierdas y también es cierto que la mitad de los medios de comunicación tienden hacía un lado y hacía otro. En esta ocasión hemos podido ver claramente de que pie cojea cada uno.
Respecto a las manifestaciones y acampadas, yo creo (espero) que esto no ha hecho más que empezar y que la verdadera lucha empieza ahora. Habrá que pelear y te digo desde ya, que mientras el tema se lleve pacíficamente, creo que no nos van a hacer ni caso. Las revoluciones siempre se han hecho por la fuerza, y está, si se hace, no será diferente.
En fin, gran post, aunque debo decir que nos tienes un poco olvidados aquí, eh. xD
Un placer leerte, como de costumbre.
Llego por vez primera a tu blog a través de otro blog y es un placer.
Coincido a medias, pero coincido:
Comparto que el PP no ha arrasado como dicen. Sólo hay que ver el número de votos. Mariano no ha jugado a ganar, sino que ha jugado a que perdiese el PSOE. Y así ha sido. Y como bien escribes, creo que va a seguir jugando a lo mismo, aunque ayer se le escapasen un poco Espe y Alberto. En el balcón.
Aquí en el norte ha ganado el nacionalismo vasco con la incorporación y la cosecha de Bildu. Tuvieron de cara que la campaña se la hicieron otros. Todos los demás. Medios incluidos. Y han explotado el victimismo. Es curioso. Ellos víctimas (al menos aquí arriba fué así)....y estuvieron en el foco de atención hasta el día 15 que llegó la mani y las acampadas. Y el foco pasó a la Plaza del Sol.
Respecto al movimiento 15M, disiento un poco en cuanto a lo que escribes de sus orígenes, pero coincido en que pese a aglutinar peña de todos los colores, ha virado a la izquierda (asambleas, etc, etc...). Pero no soy optimista con relación a su futuro.
Me ha pasado como a tí, que no suelo hablar de política pero...
Lo dicho: un placer. Repetiré.
Yo soy optimista en cuanto al futuro. El germen que ha surgido con este movimiento es demasiado potente como para poder paralizarlo, y lejos de que el resultado electoral le haga desfallecer, creo que lo afianzará y lo impulsará.
No será facil, ni corto. Nadie dijo que lo fuese a ser. Pero si hay algún modo de reformar la ley electoral, va a ser éste.
Pedazo de entrada, caballero.
De todas formas, si dejamos que esto decaiga es para darnos de hostias. Por una vez que tenemos a los políticos con la camisa pegada al cuerpo, no podemos dejar que sigan con sus tejemanejes y sus privilegios.
Desde luego, yo pienso colaborar con todo esto, tanto informando a los que me rodean como intentando participar en las asambleas.
Somófrates: me gustaría estar más de acuerdo contigo, a veces creo que solo hay malos y peores. Se trata, al menos, de que no vean que pueden hacer lo que quieran. Si protestamos al final conseguiremos que mejoren. Vamos, creo yo...
Gárgamel: Eso da un pelín de grima, sí. Y Camps, y el mismo Rajoy... al menos a ver si aprenden a gobernar con limpieza, es todo lo que pido (porque creo que lo primero que dijeron que harían es quitar el matrimonio gay, así que no espero cosas buenas el gobierno del PP)
Ender: gracias, majo. Yo siento disentir, la violencia al hará que se pierda la razón. Al menos yo no estoy pensando en una revolución violenta, eso siempre implica derramamiento de sangre y las más de las veces, dictaduras. Lo mejor es seguir siendo más pacífico y tener más razón que los mangantes de los políticos.
Y planeo volver. Siempre lo planeo. Hago demasiadas cosas... (ahora mismo tendría que estar haciendo otra cosa)
blog marlei: pues bienvenido, y vuelve siempre que quieras. Sobre lo de Bildu, el tema es complejo y temo no ser demasiado experto. He escuchado a varios comentaristas (aparentemente bien informados) hablar en el mismo sentido que tú, así que con eso me quedo. Y yo también soy pesimista -en general sobre la especie humana- solo me gustaría pensar que esto puede mejorar.
Aitor Maiden: ojalá tengas razón. Ojalá...
Sr. Cuervo: Toda la razón, no hay que dejar de creer que tenemos poder. Ni que ellos lo piensen. Lo que traiga el futuro, ya veremos.
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