miércoles, 6 de mayo de 2009

Estamos sufriendo unas incidencias, perdonen las disculpas.

Nada, que al parecer por unos problemas en la bola del mundo o algo, se ve que se me han colado los planos secretos de algo, yo que sé... Nuestros ingenieros ya están trabajando en la eliminación lo más rápida y discreta posible de los testigos de la incidencia.

Nah, que dicen los chicos de recolocación de testigos, que como me vaya de la boca y me vuelvan a localizar los malos, me va a buscar otro curro mi tia la de Cuenca, pero vosotros ni caso. Ni caso...


Venga circulen, aquí no hay nada que ver...

7 comentarios:

Barbijaputa dijo...

Tu tía la de Cuenca... Cuenca está llena de tías de la gente. ¿Cómo puede ser que todo el mundo tenga una tía allí?

Es inquietante.

Blanco Humano dijo...

Es que no existe. Se la inventaron los de recolocación de testigos para poder inventarse el pasado de la gente. Hay un montón de sitios así, lo que pasa es que unos están más currados que otros, y casi te los crees. Porque, a ver: ¿tú conoces a alguien de Zamora? Ni tú ni nadie. ¿O cuál es su principal producción? No lo sabe nadie.

Esa es que como la tienen al final de la lista se ve que no la gastan mucho...

ender dijo...

Yo creo que la realidad es peor que la ficción. Y la realidad en este caso es que todo el mundo tiene una tía en Cuenca.

... me parece que menos yo.

Blanco Humano dijo...

Lo que demuestra lo que yo digo. Es una leyenda urbana. También todo el mundo cree que conoce a alguien que le ha tocado la lotería, pero es mentira. A nadie le toca de verdad.

Creo que le voy a añadir a esta entrada la etiqueta 'conspiraciones', que la gasto poco...

Y luego a tomarme mi antipsicótico...

ender dijo...

Ya, claro, no te las des de listo. Ahora me dirás que lo de Ricky Martin en un armario y la niña de la mermelada también fue una leyenda urbana.

Pues mira, no. Yo conozco a un amigo, que conoce a un amigo que lo vio.

Ale, ya no lo es.

P.D. Como comentario adicional, diré que yo conocí a un tío que realmente me dijo que lo vio en la tele y que lo tenía grabado. Ya ves donde quedó su credibilidad.

Blanco Humano dijo...

Es curioso que menciones a Ricky Martin. Esa historia era cierta, no sabes la cantidad de testigos que hubo que mmm... convencer.Por cierto, dos tipos con gafas oscuras me dicen que te pregunte la dirección de tu amigo, para mandarle una cesta de frutas.

PD: Una historia digna de estudio. La propia presentadora contaba en una entrevista que a ella se la contó un taxista a la mañana siguiente... Y es cierto que todo el mundo lo comentaba al día siguiente (abajo pongo un link donde lo comentan) ¿hipnosis colectiva, experimento sociológico...? Mis hombres de negro no me cuentan nada...

Blanco Humano dijo...

Tsk... me olvidaba el link...

http://www.ionlitio.com/2006/02/05/ricky-martin-el-perro-y-la-mermelada/