viernes, 2 de marzo de 2018

Hablar es gratis

He descubierto el principal problema de la humanidad, y es que hablar es gratis. Pero por desgracia, eso no es todo. Para la mayoría de la gente, su tema de conversación favorito son ellos mismos. Esto no sería un gran problema si la gente fuera, no sé, Bertrand Russell. Alexander von Humboldt. Amelia Earhart. Joder, a poco que fueras road manager de un grupo de metal de los ochenta, seguramente me pueda tirar horas escuchando tus mierdas. Pero claro, la mayoría de gente lo de ser interesante lo hace regular tirando a mal. Y ojo, no digo que yo sea mejor en esto (que lo soy, pero la modestia me impide decirlo) lo que pasa es que a mí me parece de una vanidad imperdonable suponer que soy tan interesante como para colapsar una conversación a no ser que mi interlocutor así lo desee. Que esta es otra, a la gente normal, lo de leer señales en el interlocutor se le da regular tirando a de puta pena. Es por esto que si te encuentras con alguien, lo normal es que te cuente las capacidades de su niño de 6 años (que a mí si no es capaz de atravesar paredes o lanzar bolas de fuego probablemente no me impresiones con esto) de su gato (ALERTA DE SPOILER: ES UN GATO, NI SIQUIERA LE IMPORTA QUE ESTÉS AHÍ MIENTRAS TENGA COMIDA Y UN SITIO DONDE DORMIR) o las suyas propias (estos son los peores porque sus capacidades en la mayoría de los casos son imaginarias o han sido evaluadas de una manera muy condescendiente).

Es por esto que he dominado el arte de la conversación de perfil bajo. Este tipo de conversación de que no es necesario escuchar, es suficiente con interpretar el tipo de respuesta que tienes que dar por la expresión facial del interlocutor. El truco está en ver si el hablante está a favor de lo que cuenta, entonces hay que contestar asintiendo ("sí, claro") está en contra ("no, por supuesto") y en qué medida (desde "poco" a "salgamos con antorchas a quemar algo").  Incluso en las pocas ocasiones que te puedes perder, he descubierto que como la mayoría de la gente piensa que lo que dice es superinteresante, suele ser suficiente con abrir mucho los ojos y decir "¿En serio?".

Obviamente no tendría problemas para perderme si escuchara, pero es que antes lo hacía y me veía obligado a escuchar unas tonterías tremendas. Además, descubrí que a la gente no le gustaba que la corrigieran. Es decir, alguien puede decir que está genial desde que descubrió el reiki, que nunca llegamos a la luna o que el ser humano es el único animal que sigue tomando leche de adulto (que ahí confieso que no me pude contener y dije "bueno, y que lleva zapatos; nos diferenciamos del resto en al menos dos cosas") que te tienes que quedar ahí aguantando y asintiendo. Porque al parecer la gente lleva mal que le lleven la contraria y por muy equivocados que estén no puedes tratar de convencerles. Al parecer si tratas de llevar razón es que eres muy discutidor. No que hayas leído más o que tengas una opinión más informada. Eres discutidor. Como si todo fuera cuestión de opiniones ¿sabes?

En una conversación reciente alguien me hizo notar (es posible que fuera cuando, quizás demasiado vehementemente, le hice notar a mi interlocutor que sus argumentos eran "una soberana gilipollez") que en la mayoría de conversaciones educadas nadie escucha a nadie. En la mayoría de los casos, ni siquiera hablan de lo mismo. Cada uno dice su mierda, deja una pausa para que hable el otro y sigue con lo siguiente que quiere decir. Es como una especie de ballet. Dos monólogos encadenados sincronizados para dar la falsa impresión de conversación a cualquier observador. Debo reconocer que a pesar de que me considero una persona intuitiva no había reparado en este fenómeno. LA CONVERSACIÓN ES COSA DEL PASADO, AMIGOS, LA TENDENCIA AHORA SON LOS MONÓLOGOS ENCADENADOS.

Así que hacedme caso, no escuchéis a la gente: no dicen más que tonterías. Y si os apetece mucho contar vuestras mierdas, hacedme un favor: abríos un blog.

4 comentarios:

ender dijo...

Welcome back!

Pues para variar, tienes razón. Yo en mi trabajo soy el discutidor oficial porque soy el único que si algo me parece mal, lo digo.

Tengo una compañera que trabaja con dos monitores de 23 pulgadas cada uno a escasos diez centímetros de su cara porque la muy ceniza se niega a llevar gafas. Pero eh, no se te ocurra decirle que se está jodiendo la vista así.

En fin, me alegro que escribas por aquí. Larga vida al blog.

Sr.Pérez dijo...

�� ¿en serio?

Gordipé dijo...

Tienes toda la razón.

Nenascam dijo...

Totalmente de acuerdo. De hecho hay un dicho en Italia que dice: "La madre de los bobos está siempre embarazada" y es totalmente cierto.