lunes, 8 de marzo de 2010

Cocina para dummies

Supongo que debería seguir con colada para dummies (2), pero no quiero hacerme aburrido con el tema, así que voy a colar en medio algo distinto para desengrasar. Además, bien mirado, esto puede que sea más necesario para la subsistencia...

Todo el mundo sabe que un soltero se puede alimentar de cerveza y pizza congelada hasta prácticamente los treinta (luego ya va siendo necesario tomar complementos dietéticos como ganchitos y frutos secos) pero hay algo más cierto todavía: una de las claves para conquistar a una mujer, es poder cocinarle algo.

La verdad es que a la hora de escoger pareja valoran mucho más que un hombre pueda poner una lavadora (bueno, de hecho, valoran que lo haga, no solo que pueda) o dejar los baños relucientes, pero esto lamentablemente no es tan fácil de colar como cita ('Mmm... nena ¿te vienes a mi casa y miras como me hago los azulejos de la cocina?'). Y es una pena, porque seguramente algo así les excitara bastante más que un strip-tease (reconozcámoslo: una actividad que requiere tener buen aspecto en ropa interior y realizar movimientos sexys al ritmo de la música no parece diseñada para que la realice un tío; al menos no para la mayoría).

Si las mujeres no fueran víctimas de ese tremendo engaño llamado romanticismo (no es culpa de ellas, las han educado así) lo que apreciarían de verdad es que cuando un hombre las invitara a cenar fuera capaz de hacer comida de verdad. Pero claro, hay que reconocer que una cena a base de lentejas o garbanzos, por muy saludable que sea, es poco romántica. Por ello voy a dar unas sencillas indicaciones para realizar algo simple y efectivo. El que tenga interés en el tema seguro que puede encontrar información en la wikipedia (vamos, digo yo).

Personalmente para una cena romántica recomiendo la pasta. En primer lugar es fácil de preparar y le gusta a casi todo el mundo. En segundo, se recomienda acompañar de vino*, lo que siempre... mmm... facilita algo las cosas. Otra ventaja de la pasta es que se puede preparar de mil formas distintas. Para este ejemplo usaremos mi versión de los spaghetti carbonara, que ya aviso a los puristas que se parece a la original como un huevo a una castaña, pero a mi me funciona. Que están buenos, quiero decir.

El primer punto a tener en cuenta antes de cocinar es que la cocina a de estar limpia. Si los haces en tu propia casa -y ya tocaré este tema en más detalle cuando hable de la limpieza doméstica- es conveniente que tengas la precaución de haber realizado una limpieza intensiva de las instalaciones. Nadie puede comer muy tranquilo si ha visto ratas jugando al poker con las cucarachas en el fregadero.

Otro detalle importante (y en el que más suelen fallar los hombres) es que las mujeres aprecian mucho que la cocina quede después en el mismo estado en el que se encontraba antes. Esto quiere decir que después de haber cocinado todo tiene que haber vuelto a su sitio, y el banco tiene que estar reluciente. Ya si friegas los utensilios y los guardas en sus lugares correspondientes es posible que ella termine abusando de ti directamente en el suelo de la cocina antes de tocar la cena (por esto es conveniente que el suelo tampoco esté lleno de salpicaduras de aceite). En cualquier caso es posible que si has hecho todo esto, no le importe demasiado que tu especialidad culinaria sean los bocadillos de nocilla fritos con salsa de ketchup y mahonesa. Pensará que al menos lo más difícil ya lo tienes aprendido...

De todos modos, no conviene exagerar. Si cocinas en su casa y te pilla desmontando los filtros del estractor para limpiarlos puede pensar: a) que eres un maniático de la limpieza, b) que piensas que es sucia y la ofendas, o c) que limpias mucho mejor que ella. Y ninguna de estas cosas les gusta. Especialmente la tercera, porque les quita su tema de conversación favorito con las amigas que es 'lo mal que limpia/lo poco que hace en casa' (y no querrás descubrir que su siguiente tema favorito de tertulia con las amigas es 'lo mal que lo hace en la cama').

Bueno, como todo el mundo sabe, para hacer unos spaghetti en condiciones hacen falta: 1) spaghetti (tallarines también valen), 2) agua, y 3) salsa. Para que tengan un mínimo de mérito: 1) la pasta tiene que estar ligeramente dura (lo que se denomina 'al dente'; si están gordiblandos como se suelen servir en los bares de menú, es que los has sacado tarde), y 2) la salsa la tienes que hacer tú mismo (úsala de bote cuando cocines para ti).

Y ahora voy a dar un par de trucos premium. El secreto de mis spaghetti es que cuando salen del agua ya están casi listos para ser consumidos. Si hierves algo solo con agua, sabe a agua. Si utilizas con imaginación las especias (dependen de la receta, pero suelen funcionar bien la pimienta, la nuez moscada, el orégano, la albahaca...) ya tendrás medio trabajo hecho. Por supuesto, en el agua hay que echar también siempre sal y aceite de oliva (sé que hay gente que recomienda mantequilla, supongo que esto va a gustos). El otro truco es que cuando metas la pasta en la cacerola lo hagas con estilo: se ponen verticales en el centro de la misma y se sueltan de golpe. El resultado es que los spaghetti se reparten en círculo al rededor de la cacerola formando una bonita figura. Los expertos dicen que es para que se repartan bien y no se peguen, pero lo cierto es que el efecto es el mismo que el de barajar un mazo de cartas como a la americana: parece que sabes; así que luego si la cosa no sale bien siempre se puedes achacarlo a la mala suerte... (he olvidado decir que la pasta no hay que echarla nunca antes de que el agua hierva; yo de hecho suelo dejarla hervir un rato más antes de echarla para que coja el sabor de las especias).

Por supuesto el secreto de la cocina es el mismo que el de una pareja duradera el amor mucha dedicación. Es decir que no esperes que te salga bien si estás todo el rato saliendo de la cocina. En cualquier caso no vas a poder, porque seguramente se te acumule el trabajo (además, tienes que ir removiendo la pasta para que no salga toda de una pieza). Otra cosa importante es la potencia del fuego, pero esto por desgracia se aprende con la práctica. Solo te puedo decir que si no estás muy seguro, procures hacer las cosas despacio (esto viene a ser como... bueno, como todo).

Mientras la pasta está cociendo tienes un rato para preparar la salsa, sobre la que luego hablaré. Eso sí, recomiendo poner una alarma para que no se te pase el momento de sacarla. Sobre esto hay teorías. El método más espectacular de saber si está en su punto es tirar un spaghetti contra los azulejos. Si está poco hecho rebotará, si está en su punto irá cayendo poco a poco como si estuviera vivo (si se queda allí como parte de la decoración es que te has pasado) De todos modos lo considero una guarrería. Es mucho más sencillo seguir las indicaciones del paquete (llámame atrevido si quieres) y un minuto o dos antes de lo que dice probarlos (es recomendable que el fuego no sea muy vivo, tienen que hervir, pero lo mínimo posible). Si te parece que tienen la textura adecuada es que se pueden comer. En ese momento, los pasas al fregadero y de ahí al escurridor (ni se te ocurra hacer eso fuera del fregadero). Entonces los remojas bien en agua fría debajo del grifo. Pero lo justo para enfriarlos, tampoco los vayas a duchar. Los dejas escurrir un momento y los pones en la sartén donde tienes la salsa y los remueves bien allí para que se mezclen y cojan temperatura.

Sobre la salsa, la verdad es que se puede hacer la pasta con casi cualquier cosa. Yo de hecho suelo empezar sofriendo ajo y cebolla en aceite de oliva (puedes freír un zapato en esto y que sea comestible) para después echar lo que me apetezca en el momento. Para esta receta en concreto utilizo un poco de ajo, bastante cebolla (el punto correcto de la cebolla es cuando se vuelve transparente, justo antes de ponerse marrón), bacon cortado pequeño, champiñones en láminas (de lata valen, no hace falta que los recojas tu mismo del bosque) y alcaparras (de las pequeñitas; y no demasiadas, que no le gustan a todo el mundo). No olvidar que a esto también hay que echarle sal, pimienta y alguna especia (yo soy muy de especias; el orégano especialmente). Si haces todo a fuego lento evitarás que se queme algo. La receta original lleva huevo y queso, pero encuentro que quedan más ligeros como yo los hago. La idea es no estar demasiado hinchado por si luego surge algún tipo de actividad física (una partida de twister, footing o algo así).

En este punto, se echa en la sartén la pasta, nata para cocinar (un brick de 200cc suele valer para dos raciones) se remueve un ratito y se prueba. Todavía estás a tiempo de añadir sal o especias si es necesario, pero ojito con la pimienta, que engaña.

Con esto ya estaría todo. Se puede decorar la mesa con velas si crees que no peligrará la vida de nadie con ello (y si estás seguro de que no le molestan las cursiladas). Si durante la velada escuchas lo que dice y no le miras todo el rato el escote (aunque un poco sí, se tiene que sentir atractiva) ya fabuloso. Eso sí, si esto funciona y terminas quedando con la chica más veces, te aviso de que vas a tener que aprender a cocinar más cosas...

*No me importa si tu bebida favorita es el Don Simón con Coca Cola, esta receta se acompaña de Lambrusco tinto. Además, no es demasiado caro y a las mujeres suele gustarles. Si no encuentras, los rosados navarros suelen pegar bien. Ni lo intentes con un tinto de La Rioja, eso es más para carnes. Ella lo encontrará fuerte y te terminarás bebiendo la botella... con catastróficas consecuencias.

12 comentarios:

Anusky66 dijo...

gracias por alegrame la mañana del lunes .Menos mal que hoy estoy sola en la oficina,por que estoy llorando de la risa.

molinos dijo...

Bien una receta para celiacos alérgicos al huevo. Fabuloso.

No estoy de acuerdo para nada en que " hacer las cosas despacio" sea lo mejor si no estás seguro..bueno.en la cocina si..en lo demás..

Muy buena la receta.

Heike Nelken dijo...

Primera vez que te comento!

Y es para dar por saco...

Lambrusco argh!!! Mis amigas se empeñan en pedirlo siempre, yo intento irlas reconduciendo a otros rosados espumosos...

Pero una botella de buen Rioja a mi me ennnnnnncanta...

Gárgamel dijo...

Esto me recuerda a aquella vez que Tata Ogg escribió un libro de recetas...

Por lo demás, cuando acabes la serie de "Tareas de casa para Dummies" pienso imprimirlas y enmarcarlas.

Y algunos encontramos mucho más romántico un buen restaurante, donde va a parar... ¡Sobre todo si paga el otro!

Jezabel dijo...

Seducida me tienes, BH.

Carmen dijo...

Seducida y con ganas de comer pasta!!!

italiana dijo...

La pasta no se cuece con nada mas que agua y sal, y nunca, nunca se enfria con agua. Si nola vas a usar enseguida, añadele un poco de aceite, sin no nada. Se recomienda dejar un poco de agua de coccion en la olla para añadir a la salsa si esta muy espesa.
El lambrusco es un vino horrible

Cristina dijo...

mmmm, ya van tres seducidas y eso que aún no nos has hecho la cena.

Blanco Humano dijo...

Anusky66: ah, pues me alegro. Es que las recetas dan mucho juego... mira, igual otro día que no tenga ideas, pongo la de la paella, que también me la se...

Molinos: pues yo sigo pensando que sí, aunque en eso no soy una autoridad, así que puedo equivocarme. Porque hablamos de ESO, no? Pues al principio, mucho mejor despacito...

Por cierto me has dado una idea, igual tenía que hacer un Sexo para dummies. Aunque claro, eso sería mejor que lo hiciera alguien con conocimientos, no soy que soy célibe...

Heike Nelken: pues bienvenida, creo que tenemos amigas comunes. De hecho tú cenaste con ellas el domingo.

Y yo también soy más de tinto (aunque prefiero los Ribera de Duero a los Rioja) El Lambrusco es la opción más fiable para chicas en general... Los rosados espumosos los dejé cuando me pasé al tinto, no sabría decirte por qué...

Gárgamel: ya me gustaría llegar a la sabiduría de Tata... (por cierto, ese libro no lo he leído) Por cierto, que buena idea imprimirlo... mmm... un libro...

Y si, el restaurante es para la primera vez. La cena en casa es para cuando ya... bueno, cuando crees que... Claro que igual estoy desfasado. Seguramente ahora ya en la primera. Yo es que como me dedico a la vida contemplativa...

Jezabel: ya, pero eso es porque toco el piano con mi bata de raso a la luz de la chimenea... en la cocina cortando ajo tengo bastante menos glamour...

Carmen: no te digo más que después de hacer la receta me tuve que preparar los spaghetti porque me dió antojo...

Querida Italiana: las normas están para romperlas, ¿si no, de qué? Y ya dije que era mi versión de la receta, no tengo inconveniente en que tú hagas la tuya como te plazca... Incluso me atrevería a un combate entre mis spaghetti y los tuyos a ver cuales salen mejor.

Y lo del Lambrusco díselo a los italianos, a mí lo que me gusta de verdad es el Muga, lo que pasa es que no me lo puedo pagar...

CRD: si es que la cocina es lo que tiene...

Petulandcia dijo...

...Muy buena la receta y seguro que te salen ricos por que les echas todas las haches (jejeje, eso no te lo arregla el corrector, eh?)

Nina París dijo...

Se te ha olvidado la parte en que es preferible omitir el ajo si luego tenéis intención de...ya sabes

Blanco Humano dijo...

Petulandcia: que rabia me dan, en serio. Una letra que es muda tendría que tener la decencia de ser invisible también, ¿no? No se como hay gente que habla tres idiomas, yo con cada uno nuevo olvido un poco más el castellano...

Nina París: bueno, lleva muy poco y es sofrito. Pero es verdad, igual es mejor prescindir de él. Cuánto daño hacen el ajo y la cebolla con lo buenos que están...