jueves, 12 de abril de 2007

Operación Traje

Este fin de semana tengo un bautizo. Para los que no sepan lo que es esto, que sepáis que me dais mucha envidia se trata de una ceremonia vagamente religiosa en la que te tienes que poner ropa cara de la que no te pones de normal para ver como le mojan la cabeza a un niño pequeño y luego te vas a comer con un grupo humano formado por [familia] y/o [familia política] + [desconocidos] (seguramente familia de otras personas). Al parecer se utiliza esta ceremonia para celebrar el invento de la ducha. O para promocionar su uso, los expertos no acaban de tenerlo claro (los que yo he consultado al menos, no).

Pues resulta que últimamente (desde los 17 o así, pero algo más en los últimos años) he acumulado unos kilos de más, por lo que me temo que mi traje de ceremonias (bodas, bautizos y comuniones, a recepciones en embajadas hace tiempo que no me invitan) puede que me quede un poco justo, al menos si pretendo ponérmelo en la parte exterior del cuerpo. Supongo que esto ha sucedido sin que me diera cuenta antes, debido a que mi anatomía reparte el exceso de grasa de manera tan equilibrada que mi físico sigue siendo agradable a la vista como el David de Miguel Ángel. Si no más. En cualquier caso, como me he estado informando, y parece que ir en chándal se considera de mal gusto en este tipo de ceremonias, he decidido actuar como cualquier persona razonable: me he puesto a régimen.

Teniendo en cuenta que el lunes es fiesta y he comido normal y que el sábado me gusta cenar pizza, calculo que tengo aproximadamente 4 días para eliminar el sobrepeso acumulado en las últimas 5 o 6 navidades, lo que aunque parece duro, en realidad no es imposible. En cualquier caso la otra alternativa para eliminar el peso que me quiero quitar en el tiempo del que dispongo, sería cortándome una pierna. Eso si, no se en que me iba a ayudar esto para que me quepa mejor el traje.

Como soy realista y veo que no es posible perder una cantidad importante de peso en tan poco tiempo sin esfuerzo, he decidido completar una dieta equilibrada (barritas de régimen para comer y puré de verduras para cenar) con unas dos horas diarias de ejercicio físico. No parece muy duro, a fin de cuentas solo van a ser cuatro días.

Esta es la crónica del Plan 'Cuerpo Perfecto En Cuatro Días'.

Día uno: Soy una máquina perfectamente engrasada. Cualquiera diría que después de tanto tiempo sin hacer ejercicio debería ser un amasijo de músculos doloridos, pero en lugar de eso me encuentro fuerte como Batman. ¿Cuatro días?. Ja. Me van a sobrar tres.

Día dos: Me encuentro ligeramente menos motivado que ayer, pero no es cuestión de flaquear ahora que estoy tan cerca de mi objetivo. Sin duda se trata de un efecto normal debido a la reacción metabólica que está convirtiendo la grasa en masa muscular. Afortunadamente la naturaleza ha sido generosa conmigo. Los efectos deberían empezar a ser visibles mañana.

Día tres: Agujetas hasta en las pestañas. Estoy harto del puré de verduras. No puedo escribir más porque me duele.

Día cuatro: Me he pasado al plan 'a la m**rd* con todo': cerveza y patatas fritas en el sofá hasta que se me pasen las agujetas. Me he comprado un traje más grande donde quepa completamente. Todavía no comprendo que ha podido fallar en mi plan perfecto.

Advertencia: ningún animal ha sufrido daño durante la realización de éste post. Aparte de mí. No lo intenten en sus casas.

2 comentarios:

Crystal dijo...

Y el caso es que por más que lo repaso, tampoco encuentro el fallo, oyes.

Blanco Humano dijo...

Las ideas perfectas siempre fallan cuando se plasman en este mundo imperfecto...