jueves, 8 de julio de 2010

La cosa esa del fútbol

No quiero que penséis que no estoy al tanto de la actualidad futbolística, por mucho que no comente nada aquí. Es cierto que yo soy friki, y aunque con eso de la normalización, últimamente están apareciendo frikis que disfrutan del fútbol (igual que entre los normales empieza a aparecer gente que sabe lo que es un mediano o quién es Stan lee; es lo que los puros llamamos, no sin un cierto tono despectivo, mestizos*) mi especie no es de las que normalmente disfruta del espectáculo de un grupo de tipos con poca ropa peleándose entre ellos (a no ser que sean espartanos, claro). Tengo que decir que la verdad es que últimamente lo del frikismo me lo estoy planteando. No porque me quiera hacer normal, sino porque me estaba pensando hacerme gafapasta. Es que por encima de los treinta, tratar de hablar con entusiasmo de Lobezno me empieza a parecer que es un poco ridículo, pero gafapasta puedes ser hasta que te mueras. Claro que no creo que este cambio mejore en nada mi actitud hacia el fútbol.

A pesar de todo esto, es cierto que puedo soltar tópicos como cualquier aficionado al fútbol (“es que por mucho que domines los 90 minutos, si luego no concretas no sirve de nada”, y cosas así), aunque la verdad es que al final me pillan. Es por cosas como cuando sale Iniesta y pregunto “¿ese quién es? ¿Y es bueno?” (parece ser que sí, que ayer me enteré) o “mira, el del anuncio de la Pepsi, no sabía que tenía nombre de coñac”. Con todo, por motivos ajenos a mi voluntad, últimamente me he visto obligado a ver un par de encuentros de fútbol, y me gustaría compartir unas cuantas reflexiones con vosotros.

En primer lugar, que yo creo que esto se está sacando todo un poco de quicio. Que vale, que parece que la selección está jugando bien y lo mismo hasta gana las olimpiadas estas (o lo que sea, que tampoco lo tengo muy claro). Pues venga, me alegro. Pero yo no creo que nadie saliera a la calle con la cara pintada a tirar petardos cuando España ganó el último Oscar (que ahora que lo pienso, tampoco se cuál fue. Igual debería mirar las noticias de vez en cuando). O cuando nos dieron la presidencia de la Unión Europea (claro que esto era por turno, así que supongo que se parece más a ser presidente de la comunidad de vecinos, que tiene menos mérito. Ahora que lo pienso, es exactamente lo mismo). Bueno, lo que sea. Mira, a mí -llamadme raro si queréis- que la gente vaya con las caras pintadas y camisetas de la selección al bar a ver el partido, me parece excesivo. Joder, y luego los frikis somos nosotros. Pues que sepáis que los frikis se disfrazan en contadas ocasiones (salones, algún estreno de cine y poco más) y esto de la selección es cada dos por tres (iba a decir que todos los veranos, pero como no lo tengo claro me voy a callar). Y tendríais que ver los botes que pega la peña cuando alguien marca un gol. Joder, que es como si ahora Frank Miller saca un cómic buenísimo y yo me pongo a pegar saltos y tocar una bocina para celebrarlo. Que vale, ya sé que no es lo mismo. Porque goles hay como cientos cada fin de semana y Frank Miller hace que no saca nada bueno desde el 300, creo. Que bien mirado, si saca algo bueno, me parece que todos los frikis nos teníamos que ir a la fuente de Neptuno a bañarnos en bolas...

Otra cosa que pasa con el fútbol es que no pasa nada. O bueno, a mí me parece que no pasa, supongo que los que lo miran no estarán de acuerdo. Pero joder, yo me aburro. Que mira, entiendo que las mujeres lo vean, porque salen tíos macizos. Yo mismo he visto una final de fútbol femenina entre la selección danesa y nosequién (nota mental: tengo que visitar Dinamarca en cuanto pueda; madremía con las danesas y yo que creía que Dinamarca lo único que tenía rico eran las galletas). Pero yo creo que para un tío heterosexual tiene poco interés ver un montón de tíos corriendo detrás de un balón 90 minutos (claro, que si ahora digo que todos los que ven el fútbol son gays reprimidos, lo mismo se me mosquea alguien, así que mejor me lo voy a callar).

Bueno, el caso es que como el otro día me aburría en el bar mientras miraba el partido, me dio por pensar en hacer unas cuantas normas nuevas para que los partidos resulten más divertidos. Yo lo propongo a ver si la UEFA, la ONU o alguien se quiere tomar nota.

1.- Fuera de juego. Oye, que eso no sirve para nada, pues se quita y en paz. Total, si tampoco se entiende, es una cosa rarísima (a mí me lo han explicado un montón de veces y sigo sin pillarlo**). Además me parece ridículo que uno esté a punto de marcar y tenga que pararse. Seguro que el baloncesto mejoraba un montón si pusieran el fuera de juego, iban a haber un montón de mates...

2.- Multi-ball. Los que hayan jugado al pinball, conocerán esto. Cuando pasen 10 minutos sin que nadie marque un gol, suena una sirena y se tiran al campo cinco o seis balones más. Anda que no molaría ver a la selección española jugando con un montón de balones como en el patio de un colegio…

3.- Faltas. ¿Qué es eso de que se estén dando patadas todo el rato? Cuando un jugador le dé una patada a otro sin que esté justificado (que yo eso solo lo veo si se ha acostado con su novia o algo así) se le penaliza con jugar en el otro equipo diez minutos. Pero esforzándose, ¿eh? No vale pasar de todo. Vais a ver como así se lo pensaban más.



Bueno, esto serían las normas generales. Luego, según se desarrolle el partido, el árbitro podría hacer cambios para animar el encuentro. Más o menos lo que se le ocurra, yo potenciaría la creatividad. Solo a modo de guía ofrezco algunas ideas:

-De repente suena una sirena y cada jugador se tiene que cambian la camiseta con uno del otro equipo y jugar en su puesto 10 minutos. Se premiará especialmente que además le imite, para hilaridad del público.

-En un momento dado, se suelta un cochinillo y el que lo coja se anota un gol. Bueno, o se lo queda, lo que prefiera. Pero no las dos cosas, claro. Eso sería abusar.

-Cada vez que suene 'La Macarena' por megafonía todos los jugadores tienen que detenerse y hacer la coreografía. Si suena otra canción y alguno se equivoca los demás le harán burlas y pedorretas.

-Entran 30 tías en pelotas en el campo jugando a pillar entre ellas y mientras el partido tiene que seguir con total normalidad. Al jugador que se distraiga (que no creo yo, porque los jugadores tienen que estar hartos de ver macizas en pelotas) se le penaliza con jugar el resto del partido con tutú y mallas. Igual a alguien le parece sexista que no entren en el campo tíos en bolas también, pero claro, es que estas normas las hago yo, y a mí con los futbolistas ya me sobra...

Bueno, pues ya está. Luego, cuando termina el partido, independientemente del marcador, el árbitro decide quién ha ganado y por cuanto, como en el boxeo, que luego eso da mucho juego en la tertulia del bar. O mejor, lo decide el público por SMS, que si a los de Eurovisión les está funcionando bien...


Y ahora os dejo con una imagen que he pedido al mono de la documentación de deportistas macizos con poca ropa pensando especialmente en mis lectoras.
Anda, que os tengo más consentidas...








Que cabrón, ya me la ha vuelto a jugar...



*Quiero aclarar que esto me lo he inventado totalmente. Pero vamos, que igual lo pongo yo de moda.

**Es mentira, que si que lo entiendo, lo digo solo para hacer gracia. Es cuando están atacando y el defensa del equipo que ataca... no, espera, el ultimo que ataca de los que defienden tiene que estar... no, estooo... bueno, yo me lo sé, lo que pasa es que sin una pizarra no lo explico bien. Pero vamos, que es sencillísimo. Y muy necesario, además. Seguro.

2 comentarios:

Fiebre dijo...

Mira, me he escogorciao lo que no está en los escritos.
Y eso que me lo tomo en serio: Soy la socia 857 del Málaga y espero ser "la abuela que viaje gratis a cuenta del club como momia oficial".

Pero con lo del multi-ball casi me orgasmo toa de la risa.

Sólo te corrijo en una cosa, aunque sé que tú y yo somos agua y aceite.
El que la selección española juegue la final del mundial ej lo mijmito que si Will Eisner publicara mañana como novedad algo parecido al Contrato con Dios.

Lo sé. Soy mayor...snif.

Blanco Humano dijo...

Fiebre: Me alegro de que te gustara. Yo personalmente el fútbol como si lo prohíben, pero si a ti de divierte...

Y Eisner es Dios, por supuesto. Yo soy más de Miller, pero Miller aprendió de él (como casi todos...)