El pene

No es por presumir, pero yo tengo pene¹. Lo cierto es que no es mérito mío, está ahí desde que tengo uso de razón (es decir, que no recuerdo haberlo cultivado yo mismo, a pesar de que la evidencia anatómica parece indicar que de algún modo creció así). Pero es un hecho que es difícil pasar por alto, al menos para mí. Como me comentaba una amiga hace poco por twitter (a la que no mencionaré por motivos de confidencialidad, no os molestéis en preguntar) “tener pene quita mucho tiempo, necesita dedicación” ². Después de reflexionar un rato sobre tan doctas palabras, tengo que decir que efectivamente he llegado a la conclusión de que tener pene es un trabajo a tiempo completo (es decir, que ocupa la mayor parte del día, como mínimo la que los hombres pasamos despiertos). Las mujeres no se dan cuenta de esto, porque ellas tienen la versión integrada (un diseño que a todas luces supone una mejora respecto al original) pero tener genitales externos tiene una serie de inconvenientes que sería necesario señalar. Y lo voy a hacer, porque tengo tiempo para ello.

En primer lugar, está ahí. Tiene entidad, se percibe. Ignoro lo que se siente al tener vagina porque nunca he tenido una (en mi propio cuerpo, quiero decir; o sea por dentr… bueno, da igual) pero sospecho que es parecido a cualquier otro órgano interno, es decir, se limita a existir sin más. Un pene es una cosa que se siente. Pero se siente por fuera. No puedes, andar, correr o ni tan si quiera sentarte, sin advertir su existencia³ ¿Cómo los hombres no vamos a estar pensando en sexo todo el rato si tenemos un recordatorio permanente del mismo? Además, como órgano es de los únicos en cuya función tenemos una posibilidad de colaborar, aunque sea mínimamente. Porque vamos a ver, por mucho que el bazo quisiera trabajar más de lo que lo hace, no podría plantarse en tus pensamientos y decirte ‘oye, soy tu bazo, y tengo muchísimas ganas de hacer más… mmm… cosas de bazo⁴’. Pues mira, chico, lo siento pero es que aunque quisiera. Es que no. Pero vamos, tu pene te pone ojitos (metafóricamente hablando; un pene cono ojos sería ingobernable. Ya son difíciles de manejar sin que puedan ver culos, no quiero ni imaginarme) y te dice ‘oye, que tengo ganas’ y claro, te da penita. Porque tú ahí ya puedes hacer algo por ayudarle (y además un amplio abanico de posibilidades, desde llamar a una ex hasta encender internet, que ahí no me voy a meter). Y claro, haces lo posible, porque como lo tienes cerca, le coges cariño (de aquí se se diga que el roce hace el cariño; es muy difícil cogerle más cariño a algo que a un pene; al propio, al menos).

Otro de los inconvenientes del pene es que a menudo parece tener vida propia. Es un hecho conocido, me temo, que las erecciones no son voluntarias. Aunque creo que sobre este punto se ha exagerado un poco. Hay ciertas actividades físicas que son involuntarias. Los bostezos no son voluntarios. Los estornudos no son voluntarios. Desde luego el ritmo cardíaco no es voluntario. Las erecciones, no obstante, se presentan más o menos en las situaciones en que se tienen que dar. Que lo mismo a ti a lo mejor no te viene bien (por lo que sea) que se te ponga la polla como el bíceps de un culturista⁵ cuando estás tranquilamente disfrutando del sol en una playa nudista con esa amiga con la que te une una relación fraternal de amistad de lo más inocente. Pues oye, puede ser. Ahora, me vas a reconocer que es una situación algo confusa para un ente que más o menos tiene una única cosa en la cabeza, es decir, el sexo⁶.

Porque la otra situación en la que se suelen dar erecciones es durante el sueño, que yo le veo poca pega a esto. Total, todo lo que puede pasar es que estés solo, o en compañía de alguien. Y oye, si ya estás en compañía de alguien ¿cuál es el problema⁷? 

O sea, que si te dan erecciones en el entierro de tu abuelita, viendo la obra de teatro de tus niños o mientras ves documentales de la 2 (y especialmente en este caso, que eso ya se ve que lo hacen para dormir, no para que nadie se excite) háztelo mirar porque yo normal normal, lo que se dice normal, no lo veo. Otra cosa bien distinta es que no tengas erecciones cuando deberías tenerlas. Pero esto ya entraría en el concepto de malfunción, más que en el de imprevisibilidad. Es decir, que si mi coche de más de 15 años un día se estropea, yo no digo que sea imprevisible, ni que no lo controle yo. Lo llevo al mecánico y punto. Ahora, que lo mismo el raro soy yo (que no se me estropea el coche).

En un tema relacionado con el punto anterior, parece ser que alguna vez se ha dado, y en circunstancias que no invitaban a sospecharlo (léase posible malfunción susceptible de ser tratada pon píldoras azules), que la cosa no ha funcionado cuando tenía que hacerlo. Temo que no puedo dar datos sobre este fenómeno misterioso tan sólo comparable en misteriosidad con el de la combustión espontánea (si bien es cierto que más bien tirando a opuesto) y que espero que algún día toque Iker en su programa. Yo, lo que es a mí, no me ha pasado nunca. Ni a nadie que yo conozca, vamos. Pero que he leído por ahí que dicen que sí, que alguna vez ha pasado. Ahora, que igual también puede ser que el alcohol y la compañía influyan...⁹

Otro problema del pene, y ya en otro orden de cosas, es que es muy accesible. Pero MUY accesible. Vamos, que está puesto ahí en medio, que accedes a él hasta sin querer. Esto produce dos efectos, a saber: 1) una baja tasa de productividad en los hombres (y aquí lo voy a dejar, que no creo que haga falta explicarlo más) y 2) algunas situaciones incómodas en casos de interrelaciones con el otro sexo¹⁰ (o incluso más incómodas si son con el mismo). Pero vamos, yo sobre esto de la distancia interpersonal tengo mi propia teoría (que ahora mismo no voy a tocar, más que nada por motivos de espacio y porque ya lo hice)

Y bueno, yo creo que por mí, esto ya estaría. Más teniendo en cuenta que ya llevo como diez notas  a pie de página y me parece que al final este post va a ser más largo por abajo que por arriba. Lo que bien mirado, es bastante apropiado.

Y no, esta vez no hay foto del mono de la documentación. Es que teniendo en cuenta el tema, directamente no me he atrevido a pedirle nada. Mejor lo dejamos descansar para la siguiente...

En la imagen, un bíceps de culturista. Guiño, guiño.

¹ Sé que han circulado rumores de que soy mujer, debido especialmente (supongo) a mi temperamento sensible y a mi infinito conocimiento de la naturaleza femenina. Me gustaría decir desde aquí que es totalmente falso: carezco por completo de ambas cosas.

²VALE, FUE @toayita, DEJAD DE INSISTIR. Oye, pues es verdad que aguanto poco los interrogatorios. Pues no me extraña que me echaran de la academia de espías.

³Vale, ya sé que con las tetas pasa algo parecido, pero no olvidemos que su función principal es dar de mamar a las crías. Otra cosa son los usos recreativos que les demos luego nosotros...

⁴Espero que no se haya notado demasiado que no tengo ni idea de para qué sirve un bazo. Es que no me apetece mirarlo, la verdad.

⁵Es decir, hinchado y lleno de venas. De nada.

⁶Estoy hablando de mí, sí. Es que no entiendo la necesidad de ir a playas nudistas con amigas. Son ganas de buscar el peligro, ahí a lo loco. Luego si quieres pídele que se quede a dormir en tu cama, pero en plan amigos ¿no te jode? (por cierto, este tema lo volveré a tocar en el punto siguiente)

⁷Como deduciréis de esto (y del punto anterior) yo personalmente lo de dormir en plan amigos no me lo planteo. A menos que asumamos ciertas contingencias, claro. En mi opinión, si una amiga decide dormir en la cama de un hombre tiene que asumir que lo mismo está ya jugando mucho con lo que viene siendo el autocontrol. Y yo no soy de los que se puede dejar una bolsa de ganchitos a medias, no sé si me explico⁸.

⁸Obviamente lo de dormir con tíos está fuera de toda cuestión. Es que me pilla mayor para probar ciertas cosas, que por otro lado, tampoco me apetecen. Ahora, si los demás quieren, allá cada uno.

⁹Que tampoco es que esté yo diciendo que si eso pasa alguna vez, también puede que parte de culpa sea de algunas mujeres, que se quejan mucho de los hombres pero luego la única técnica sexual que conocen de verdad es la de 'la muerta'. Para nada. Dios me libre a mi de opinar sobre temas que no entiendo, que no me gusta a mí meterme en líos.

¹⁰Y por si alguien se lo pregunta ‘sí, lo que me acabas de tocar es la polla’ no es una frase que suela aparecer en comedias románticas de Meg Ryan.