Tengo que reconocer que muchas veces digo las cosas a mala idea, pero en ocasiones, sobre todo en el curro, que suele pillarme dormido, me salen sin querer.
Llevaba yo todavía poco tiempo en el lugar donde estoy ahora perdiendo el tiemp... estooo... levantando el país, cuando sucedió esto que voy a contar. Una chica joven bastante tímida trajo unos papeles y se disculpó por no haberlos podido grapar 'por tener una grapadora pequeña'
-No te preocupes, la mía es bastante grande.
No me puse rojo como un tomate hasta que mi jefe susurró detrás de mí "fantasma".
-La grapadora, quiero decir...-dije para acabar de arreglarlo.
Me pasa por ir por ahí presumiendo de grapadora.
En otra ocasión, una compañera especialmente atractiva me dejó unas cosas para hacer y me dijo que le llamara cuando los tuviera.
-Ya puedes bajar para que te de lo tuyo -le dije cuando terminé.
-Ya te gustaría -remató mi jefe, que es muy de puntualizar.
Bueno, ya se sabe que es mucho mejor dar que recibir.
2 comentarios:
Tu jefe es un tío astuto... desconfía.
Si te sirve de consuelo, es la grapadora máaaaas grande que he visto nunca.
Se que lo dices para hacerme sentir bien, pero se agradece el detalle. Siempre está bien que den unas palmaditas en la autoestima.
Publicar un comentario