Blanco Humano: mi vida

Ahora que me estoy haciendo famoso* creo que ha llegado el momento de que cuente mi biografía para acabar de una vez por todas con el misterio alrededor de mi origen. Todo lo que cuento es totalmente cierto, así que espero que valoréis en su justa medida el sacrificio que hago por vosotros, perros desagradecidos...


Nazco contra mi voluntad en un avión de cercanías en la madrugada de una calurosa noche de enero, por lo que mis padres, al no saber exactamente cual era el patrón local ni el santo del día decidieron llamarme 'Oyetú' hasta que se les ocurriera algo mejor, nombre al que todavía respondo. Desde muy pequeño demostré una sorprendente habilidad para la informática, lo que me fue de escasa utilidad puesto que los ordenadores no se habían inventado aún (o si lo habían hecho en casa no nos habíamos enterado, que también es posible). Mi madre, despechada, me matriculó en una escuela de corte y confección, aunque lo que de verdad deseaba era que me alistase en el cuerpo de los Húsares porque, según sus propias palabras, 'el uniforme es mucho más bonito'.

Al alcanzar la adolescencia descubrí que era un señor mayor atrapado en el cuerpo de un adolescente, lo que me llenó de confusión. Huí de casa y me uní a una comuna de notarios hippies en las afueras de Murcia, con los que viví un tiempo vendiendo escrituras biológicas, testamentos de cáñamo y pulseritas de cuero. Esta vida sencilla me agradó durante un tiempo, pero finalmente se hizo manifiesto que descuidaba algunas de mis inquietudes vitales, concretamente las de ser acosado por las mujeres y conducir coches caros. Tras una intensa reflexión decidí dar un giro a mi vida convirtiéndome en fichaje multimillonario del Real Madrid. A pesar de que me esforcé muchísimo para conseguirlo -todavía me mareo de pensar en todas las fiestas nocturnas a las que tuve que acudir- mi tendencia a apartarme para no recibir balonazos -es que no sabéis lo que pica eso- y mi incapacidad para comprender el fuera de juego -que eso no hay dios que lo entienda- dieron al traste con una prometedora carrera. Todavía conservo de aquella época una camiseta con mi nombre y un bote de Cola-Cao con un polvo blanco que alguien me dio en una fiesta y que espero que sea escayola (el Ferrari lo tuve que devolver, eso no había quien lo metiera en el parking de un Carrefour).

Consciente de mis limitaciones decidí que lo mejor sería dedicarme a la ciencia. Me encerré en un laboratorio e investigué los secretos más insondables del universo durante dos años. Al final de este periodo publiqué un extenso tratado titulado 'Si, efectivamente la luz de la nevera se cierra al cerrar la puerta' que si bien cosechó grandes críticas no acabó de darme el reconocimiento que yo esperaba. Durante los cortes de publicidad de la tele y por no aburrirme, también diseñé una ecuación matemática capaz de predecir el comportamiento de la bolsa, una placa solar realmente eficaz y un sistema de organización mundial que evitaba para siempre las guerras y la corrupción, pero no pude publicar ninguno de estos descubrimientos porque empezó a llegar a casa gente con traje oscuro y gafas de sol que insistía en que o me olvidaba del asunto o me inscribían en Gran Hermano. Aterrado, decidí pasar a la clandestinidad y publicar un blog. Pero otro. Éste lo escribe mi perro.

Portada de mi autobiografía en inglés de próxima publicación. Se debería titular "White Human" pero el traductor de Google es lo que tiene...

En la actualidad vivo una vida tranquila en mi residencia secreta cultivando azaleas y atendiendo llamadas de teleoperadoras que me ofrecen cambiar de compañía telefónica. Entre mis próximos proyectos están escribir un árbol, plantar un libro y montar en globo.

Iba a poner también 'tener un niño', pero he estado reflexionando sobre ello y no creo que el parto nos dejara demasiado satisfechos a ninguno de los dos...

*Seguramente me habréis oído mencionar en las noticias como 'el merodeador del parque'.