jueves, 5 de marzo de 2009

De vuelta a la mala vida

Madremía si yo tenía un blog. Que cabeza tengo. Pero ¿cómo no me avisa nadie de esto? Bueno, la verdad es que si que me acordaba un poco de que tengo un blog, lo que pasa es que como ya avisé hace un par de entradas, he tenido muchísimo trabajo y no me he podido ocupar de esto. Y lo malo de cuando tengo trabajo es que luego no me quedan ganas de pasarme más horas delante del ordenador, así que se puede decir que casi ni me metido en internet. Para agravar la situación, estoy haciendo un curso de un absurdo idioma local (algo así como el klingon pero mucho menos útil) que me ocupa muchísimo tiempo libre. Que le voy ha hacer, los puntos son los puntos. Como compensación por esto, voy a hablar un poco de mi vida privada, cosa que no me gusta nada. Mas que nada porque es privada, llámame raro si quieres.

Aquellos más fieles de mis lectores (es decir, todos aquellos que no entran por goggle buscando imágenes de tíos en pelotas, dios sabe por qué) quizás recuerden que hace un tiempo estuve también algo ausente, aunque esa vez no por trabajo -al menos no sólo por trabajo- sino por que estaba estudiando para ver si conseguía un puesto de trabajo en el que pudiera trabajar lo menos posible sin que me pudieran echar. Yo es que mucho, mucho de trabajar no soy. El caso es que ya ha salido una puntuación provisional incluyendo los méritos -puntos de experiencia, cursos y tal- después de casi dos años desde que empezó el proceso. Que teniendo en cuenta que el tribunal estaba íntegramente formado por un grupo de chimpancés politoxicómanos, tampoco lo han hecho tan mal. Es decir, han hecho mal cada cosa que tenían que hacer, pero tampoco se les puede pedir mas, no?. No olvidemos que se trata de monos hasta las orejas de crack. En fin, esperemos que para la próxima convocatoria vuelvan a utilizar seres humanos, que tan mal resultado no daban.

La buena noticia es que no he quedado mal. La mala es que no he quedado bien. Yo ya sabía que sin el total de puntos de antigüedad era casi imposible llegar, pero aún así lo intenté con todas mis fuerzas. Fallo mío. La verdad es que cuando algo es imposible no vale la pena dejarse los cuernos en ello. En cualquier caso la situación no es mala del todo. Con unos 20 desafortunados accidentes tendría la plaza asegurada. Claro que para evitar ser sospechoso quizás tenga que conseguir algún desafortunado accidente más. De hecho lo más práctico sería que el desafortunado accidente afectara a un edificio entero donde hubiera mucha gente y en paz. Más que nada para que no quede tan claro el móvil. No sé, todavía no tengo pensados los detalles, ya iré informando.

Como plan B, por si todo lo demás falla, seguramente me empiece a preparar pronto para las plazas que ha convocado recientemente la competencia -cof, cof... H.Y.D.R.A.- aunque solo sea por ir calentando para cuando vuelvan a salir las mías. Si, esto es un no parar. Lo voy avisando ya por si vuelvo a estar un tanto ausente. Lo normal, vaya. De hecho este se podría llamar el blog ausente si no fuera porque lo mismo absence se cabreaba.
Perdonen las disculpas.

5 comentarios:

Crystal dijo...

No tienes ninguna consideración con tus fieles lectores... Que me aburro, jo, postea de vez en cuando!

Blanco Humano dijo...

Jo, me haces sentir culpable. Es que ando con un poco de lío todavía. Estoy preparando un tocho a ratitos, pero no creo que sea de los que te gustan. A ver si cojo el ritmo un día de estos...

Jezabel dijo...

Pues siénte más que culpable, que tú deberías ser declarado "bitácora comatosa" un par de veces al mes.

Blanco Humano dijo...

Mírala a ella echando sal en la herida... Pues que conste que mi ritmo de actualización oficial siempre ha sido de entre 0 y 1 a la semana, todo lo que pase de ahí es un extra. De hecho actualizar más de dos veces a la semana me parece antinatural que lo sepas...

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.