jueves, 26 de marzo de 2009

Cambiar de teléfono es fácil si sabes cómo

Advertencia: este es uno de esos post sobre tecnología que aburre a mis lectores y horroriza a la gente que de verdad entiende de tecnología que entra por google. Se recomienda encarecidamente a todo el mundo no leerlo. Luego que nadie diga que no lo he avisado.

Me quiero cambiar de teléfono. De móvil, obviamente, los otros al parecer no se los cambia nadie mientras funcionen. Curioso ¿no?. Actualmente tengo el conocido Nokia N70 que ya me empieza a parecer como muy del pasado y me apetece algo más moderno. Además, la verdad es que este no me ha acabado nunca de convencer. Es que me lo compré pensando que lo podría utilizar para algunas de las cosas que hace -que son muchísimas- pero luego que resulta que las hace todas mal. Hace malas fotos, el reproductor de mp3 es patético -y no sirve para escuchar podcast, que es algo que yo hago mucho- la agenda es muy mejorable, los accesos directos son menos configurables que en el anterior nokia que tuve -y no se pueden borrar los de accesos a internet, que francamente, no los quiero para nada. Y encima es que es lennnnto. Pero para todo. Para abrir un archivo, para cambiar de tema, para arrancar una aplicación... ¿De que sirve un teléfono capaz de leer archivo de Word y PDF's si tarda horas en navegar por ellos? -y poder llevar apuntes conmigo a todas partes fue lo que me decidió por un terminal así de voluminoso, que en su momento lo normal eran teléfonos más pequeños. La verdad es que lo único que se puede decir en su favor es que es resistente. No hay manera de que se rompa el jodío. Y mira que se me cae veces. Algunas incluso accidentalmente. Pero nada, no hay manera de que se rompa. Finalmente he decidido buscar un aparato que lo sustituya entre la abundante oferta actual. Deseadme suerte.

Mi viejo Nokia N70. Bueno, uno como el mío, que el mío está bastante más cascado, pero viene a ser igual. Pensé que la tapa de la cámara -esa parte clara de detrás- sería lo primero que se rompería, pero tengo que reconocer que ha aguantado bien.

Ahora empieza la fiesta. Cambiar de teléfono debería ser sencillo, la gente lo hace constantemente. Pero claro, estamos hablando de mí. Esto quiere decir que hasta que no consiga algo extraordinariamente caro que haga un montón de cosas que no voy a utilizar nunca, no me quedaré satisfecho. Bueno, establezcamos las prioridades. Como a menudo tengo que estudiar y mis apuntes ocupan mucho espacio -ser opositor es duro, y a menudo los opositores tienen pesadillas en las que se quedan aislados en medio de la nieve sin nada para estudiar-, la opción de digitalizarlos y llevarlos encima es un viejo sueño al que no he renunciado del todo, así que el nuevo terminal tiene que manejar con fluidez -y esta vez de verdad- archivos de word de gran tamaño -hablo de la ley de procedimiento y cosas así, no de una lista de la compra. Como me gusta subrayar sobre el documento -léase modificar formato-, lo lógico sería que no solo leyera word, sino que también lo editara. Y como esos archivos los paso por el loquendo para escucharlos en audio cuando no puedo leerlos -si, ya se que estoy enfermo; yo es que cuando estudio, estudio-, necesitaría que fuera capaz de manejar bien archivos de audio de más de una hora -no creo que fuera a dejar de usar mi ipod, pero así no tendría que cargarlo con apuntes y lo podría gastar solo para música y podcasts. Obviamente para editar con comodidad textos lo ideal sería que tuviera un teclado completo -qwerty-. Es que odio escribir con un teclado numérico. También necesito una pantalla de un tamaño razonable como para poder leer sin dejarme los ojos, claro. Además de eso, como tengo una memoria de pez, me gustaría que tuviera un buen organizador y así me evito tener que llevar una agenda en formato árboles muertos. Y claro, un bloc de notas para anotar las ideas para mis posts, planes de dominación mundial, y ese tipo de cosas, eso lo doy por supuesto. Luego, ya que tenemos una buena pantalla estaría bien que tuviese capacidad de reproducir archivos multimedia, que siempre va bien tener algún monólogo de Berto para ver en la sala de espera del dentista. Y por supuesto radio, por si algún día vuelven Gomaespuma. Y GPS, que nunca viene mal, especialmente a mí que me pierdo en un pasillo y en el coche no tengo. Por supuesto cámara de fotos, que aunque no haga fotos de una gran calidad -si quieres eso te compras una cámara de verdad , aunque luego como son grandes que te c*g*s no la llevas nunca encima y al final es como no tenerla-, que te permita hacer fotos de cumpleaños, amigos en situaciones comprometidas y esas cosas. Y no planeo usarlo para navegar por internet, pero mira, si pudiera ser con wi-fi poder conectarme en redes abiertas en alguna emergencia... Vale, creo que eso es todo. Bueno, si sirviera para hacer llamadas y mensajes y eso ya sería fabuloso. Por supuesto todo esto lo quiero en un tamaño que sea cómodo de llevar en un bolsillo, que no es cuestión de que tenga que llenarme la mochila con ella.

(Antes de que alguien diga que lo que yo necesito es un portátil, que sepa que ya lo sé -me estoy conteniendo para no pillarme un netbook; lo que pasa es que cuando dejo el PC del trabajo cojo el de casa, así que solo podría usarlo durante el trayecto, y aunque creo que ahora mismo hay un vacío legal, estoy seguro de que antes o después prohibiran editar documentos de Word mientras se conduce; en cualquier caso digamos que el peso adicional en mi mochila no compensaría el uso que le iba a dar.)

Pues voy a sorprenderos: ese aparato no existe. Aunque da igual, porque si existiera solo podrías adquirirlo siendo rico o autónomo -dos cosas que habitualmente son opuestas. Al parecer para las operadoras de telefonía es muy importante que puedas mandar mensajes multimedia y hacer videollamadas (algo que a la gente le apasiona; ¿quién no realiza al menos una videollamada al día? yo no hay día que no haga dos o tres...), pero si lo que quieres es un teléfono con teclado o eres un alto ejecutivo y lo tienes gratis (lo de los puntos en las empresas es escandaloso; hay gente que se cambia de terminal antes de saber como funciona), o eres fontanero y te lo subvencionan (y si hay algo que necesita un fontanero es un teléfono con conexión permanente a internet; con todos los respetos a ese gran colectivo de profesionales que cumple la labor social de enseñarnos el culo mientras nos arreglan las cañerías), o eres un pervertido de la peor clase y mereces la muerte o adquirirlo libre, lo que es casi peor.

Al parecer en el mercado hay básicamente dos tipos de smartphones (no, no me voy a poner a explicar lo que significa) los que tienen teclado completo, y los que tienen capacidades multimedia. No soy un experto, pero sospecho que por motivos tradicionales -léase Blackberry- los que tienen teclado completo se orientan a un pequeño grupo de gente que está enviando y recibiendo e-mails a toda hora, así que no tienen tiempo de hacer fotos o ver vídeos. Además Blackberry en concreto parece odiar al inventor del wi-fi, así que si quieres conectarte a internet -aunque sea ocasionalmente- no vale con que te tomes un café en un Starbucks, tienes que pagar la conexión. Eres un alto ejecutivo y conduces un Porsche, ¿por qué te iba a importar pagar la conexión?. Por otro lado tenemos 'el efecto iPhone' con sus terminales sin teclado físico capaces de hacer un montón de cosas molonas multimedia -excepto quizás hacer fotos; al parecer la cámara del iphone apesta- y que no suelen tener teclado en absoluto. Las teclas son algo del pasado ¿quién las necesita?.

Entre ambos grupos, parece que comienza a aparecer un grupo intermedio de terminales multimedia con teclado deslizante, algunos de ellos incluso con pantalla táctil. Lamentablemente por lo que he podido investigar sobre ellos o: a) son carísimos, b) no acaban de funcionar bien, o c) son tan nuevos que nadie los ha analizado todavía. Un ejemplo de este tipo podría ser el Sony Ericsson Xperia (concretamente de la categoría b, aunque también de la a).

Sony Ericsson Xperia. Al parecer no ha recibido buenas críticas, pero por otra parte es carísimo.

Otro ejemplo sería el HTC s740. Por ahora no hay muchos más. Que se puedan comprar, al menos. Aunque ya llegaré a eso.

De los conocidos creadores de la Diamond, aunque sin pantalla táctil. A mí personalmente lo de la pantalla táctil es lo único que no me preocupa, y mira que me preocupan cosas. No me diréis que no es una monada. Pues te vas a la tienda a preguntar por un HTC y ¿a que no adivináis que tienen? La Diamond. No se por qué HTC se molesta en fabricar más terminales. De hecho también hay una Diamond con teclado completo -me da escalofríos imaginar lo que costará- pero tampoco está en ningún sitio. Pues conozco a dos personas que han tenido la Diamond y se han deshecho de ella, aunque esto no se si esto es representativo (al parecer lo peor es la duración de la batería, aunque parece que tampoco es sencilla de manejar).

El HTC Diamond. Una monada, aunque las críticas no son tan buenas como uno podría esperar de un terminal tan caro.

"No pasa nada, llamo a mi operador (Vodaphone) y que me informen de qué terminales con teclado completo puedo adquirir", pienso. "La Storm y la Pearl", me contestan. A pesar de mi insistencia no conseguí sacar a la chica de su error. Estos terminales de Blackberry son precisamente los únicos que no tienen teclado completo. La Storm es táctil (con tecnología háptica, que cuando presionas la pantalla da sensación de presionar un botón, pero que no parece acabar de responder bien, sobre todo en los botones laterales) y la Pearl tiene dos letras por tecla, lo que no la hace tan distinta de un teclado de móvil convencional.

La Blackberry Storm. Otra que no acaba de tener buenas críticas. Pues barata tampoco es...

¿Sabéis que es lo peor de todo? Os he mentido cuando he dicho que no existe lo que yo busco. Siendo algo tolerantes respecto al tamaño (y la radio), tenemos la Blackberry curve 8900.

Al parecer se trata de un intento de Blackberry de unir ambos mundos y por lo que he leído en todas partes con notable éxito. ¡Si incluso tiene wi-fi!. Una maravilla. ¿El precio? Es lo mejor. Es gratis. Solo tienes que encontrar a un ejecutivo o a un autónomo con una y arráncarsela de sus fríos dedos muertos... porque comprarla no vas a poder (en algún sitio he leído que estaba libre en The Phone House por 400€, aunque no parece que sea así).

Menudo tocho ¿verdad?. Pues tendría que hacer una segunda parte, porque que yo sepa no he dicho que teléfono me he comprado al final...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este comentario ha sido escrito desde mi nuevo teléfono. Como mola! Blanco Humano

Blanco Humano dijo...

Ejem... poner el usuario y la contraseña ya hubiera sido demasiado pedir para el primer día...