Yo siempre he sido muy aficionado a las revistas. En principio, las de hombres, aunque reconozco que no tengo ningún pudor en hojear cualquier cosa que caiga en mis manos, lo que incluye el 'Hola', el 'Lecturas' o el 'Cosmopolitan' (y especialmente esta última: me fascina). Es cierto que no sé si debería salir de mi cueva más a menudo o poner la tele alguna vez porque últimamente noto que no conozco a ningún famoso (o que tan famosos no serán). Pero ese sería otro tema.
En primer lugar, permitidme que me cure en salud y aclare que los términos 'para hombres' o 'para mujeres' me repugnan bastante. Soy un convencido de la educación igualitaria para niños y niñas y odio totalmente que a las niñas se las vista de rosa y se mantengan unos estereotipos que cada vez tienen menos sentido. Dicho esto, vamos a reconocer que una revista media para hombres pude dar escalofríos a una mujer tipo (salvo que sea lesbiana y tenga más testosterona que yo) y una revista media para mujeres puede interesar bastante poco a un tío medio (esos artículos de tipo "diez cremas imprescindibles para sobrevivir al verano" POR EL AMOR DE DIOS, SON CREMAS. COMPRA UNA Y GÁSTATE EL RESTO EN CERVEZA).
Lamentablemente el sector de las revistas está en clara recesión. Sin ir más lejos, el kiosko al que iba a hojear revistas (llevándome siempre algo, obviamente; ya sé que no son bibliotecas) cada vez que me entraba el mono, ha dejado la actividad para dedicarse íntegramente a la venta de chucherías. Cuando me enteré de esto no pude evitar tener una cierta mala conciencia. Repasé mentalmente y me di cuenta que mis visitas para comprar algo estaban cada vez más espaciadas y que igual no había comprado nada en los últimos dos meses. ¿Por qué es esto? Bueno, en parte claramente por la madre de todos los males: internet.
Es cierto que en el mundo actual en el que TODO el conocimiento humano (al menos tres o cuatro párrafos de cualquier cosa, que es todo lo que necesita un humano medio para saciar su sed de conocimientos) está disponible en internet. Si necesitas conocer un dato sobre una película puedes entrar a IMDb. Si de repente necesitas saber de qué año es ese disco de los Stones que está sonando puedes entrar en la Wikipedia y saberlo al minuto ¿Quieres saber qué tal va ese nuevo modelo de Harley o de Porsche? Hay un montón de blogs de motor que te contarán las maravillas de esos vehículos tan bien que parece que los estás montando. Por no mencionar que si te apetece ver fotos de chicas ligeras de ropa... bien. No puedo hablar de primera mano porque no he buscado nunca, pero creo que por ahí hay páginas en las que salen chicas incluso sin enaguas.
Todo eso que lleva ya tiempo disponible en los ordenadores de sobremesa es cada vez más accesible gracias a portátiles, tablets y móviles con pantallones. Es cierto que los primeros días de internet con conexiones lentas, y contenidos poco atractivos (y hablo de los tiempos de gifs que daban vueltas y carteles de 'en construcción') seguía siendo más interesante cualquier revista por floja que fuera, pero actualmente en cualquier web puedes ver un vídeo o escuchar el último tema del grupo que te interese ¿Puede hacer eso el papel couché? Minipunto para internet. Ahora ¿es esto lo que hace que el mundillo editorial se vaya a la mierda? Bien, yo no creo que sea solo eso.
Como acaba de demostrar Molinos en su último post (y cuya lectura me ha sugerido escribir este, por cierto) las revistas en general son caca. No puedo hablar por las de mujeres, puede que mi madre se sienta satisfecha por la lectura de un Lecturas (valga la redundancia) o un cazador con el Jara y Sedal, pero yo cada vez que compro algo, me termino sintiendo ligeramente defraudado, cuando no ya directamente estafado.
Te compras una revista de motos, por ejemplo y a cambio del dinero que te cuesta encuentras un artículo de una moto que te interesa (seguramente el que te hizo comprar la revista) y un montón sobre motos que no te interesan nada. Y eso hablando de revistas temáticas. No te digo ya de las genéricas en las que puedes encontrar desde entrevistas de gente que no conoces o no te gusta, a comparativas de cremas (en serio ¿que le pasa a las revistas con las cremas?) o reportajes sobre ropa que no te gusta o no te puedes permitir (y en mi caso, las dos cosas). Digamos que en esas revistas, a menudo si quitas el reportaje de la chica mona con poca ropa (y que podías haber visto gratis por internet) poco o nada queda de interesante.
Cada vez más a menudo veo que compro algo y termino no leyéndolo. Como mucho lo hojeo un par de veces y termina en el revistero del baño. Los artículos a menudo carecen de profundidad, cuando no directamente son malos. Incluso en revistas especializadas es muy difícil que me interesen todos los artículos, y al final veo que estoy tirando mi dinero por leer un par de artículos en los que encuentro información que podría haber encontrado fácilmente en internet. A menudo es más fácil encontrar contenidos que te interesen en blogs específicos que en prensa profesional.
¿Cuál es la solución a todo esto? Sin duda, la segmentación. En mi opinión, el éxito de internet era lo que los analistas llamaban 'la cola larga' (y me vais a perdonar, pero me encanta el término) que se refiere a todo ese montón de gente con gustos minoritarios y que de repente tiene un espacio. Los medios tradicionales se dirigen a un consumidor medio que internet puede ignorar. Y ahí es donde los medios tradicionales me han perdido a mí. Porque yo que me puedo pasar horas en internet mirando cosas absurdas enlazando búsquedas o leyendo entradas de mis blogs favoritos, raramente me voy a ver representado por una revista orientada al público mayoritario. Ese que se divide en 'revistas para hombres' y 'revistas para mujeres'. Seguramente exista todavía un comprador específico que compre el Interviú, la FHM o el ¡Hola!, pero creo que hay un montón de gente por ahí (esta vez sí, sin diferencia de géneros) que pueda estar más interesada en revistas más específicas. Yo sin ir más lejos, las últimas que he comprado han sido cada vez más concretas: revistas sobre retroinformática, revistas de motos custom (y de un determinado estilo de custom, que no me valen todos), revistas sobre photoshop (orientadas también a un uso específico, que también aquí hay un gran abanico), revistas de cine fantástico (y en concreto debido a especiales sobre Alien y Blade Runner), revistas sobre cómics (y no de cómics, ojo), etc. Es muy difícil que una sola revista ahora mismo encaje en todos mis intereses porque (y a lo mejor soy yo el complicado) incluyen una mezcla de cosas difícil de adivinar. Ahora, si alguien saca una revista dedicada al Porsche 911/930 turbo (en mi opinión el mejor Porsche que se ha hecho nunca) o a un análisis de la obra de Alphonse Mucha probablemente la compre. A eso me refiero.
Bien, dicho todo esto, la verdad es que cuando coja las vacaciones y haga mi habitual descanso de internet (algo que recomiendo sinceramente) muy mal se tiene que poner la cosa para que no me compre alguna revista para tener a mano en la piscina y no me sienta con ganas de leer a Kierkegaard. Pero vamos, lo normal. El Jueves, una o dos revistas de las que tienen chicas en bikini en la portada (pero solo porque regalan unas chanclas, que siempre va bien tener un par extra*) alguna de motos, algo de Photoshop, el Armas y Municiones para estar al tanto de las últimas novedades en rifles de asalto, el Men´s Health para enterarte de las últimas tendencias en ejercicios isométricos, el SuperPop que regala una pulserita, El maravilloso mundo del Canario, Los Patrones del Burda, el Teleindiscreta que trae pegatinas de 'V', Tuitero Actual, Tener 14 gatos Hoy, El especial de bañadores de Notarios y Registradores de la Propiedad de España, Todo Seat 127, Amazing Maquetas con Fósforos, la Guía del Coleccionista de Conchas de Playa y Piedras de Río, Funeraria Actual, Punto de Cruz Extreme, el Ama de Casa Moderna, las Páginas Amarillas de Cuenca, la Hoja Parroquial de la Parroquia de Nuestra Señora del Señor de Cellórigo...
*Y bueno, por si tienen algún artículo de Jaime Rubio, también un poco.
2 comentarios:
Me encanta ser Musa.
El problema de las revistas "de hombres" y "de mujeres" es que van de lo que no son. Te compras el Hola o el Lecturas o el Moto guay o Jara y Sedal y te dan lo que parece: cotilleos, motos y caza...sin más. Sin pretensiones.
Las que son "globales" "para el hombre y la mujer de hoy" son mierdas con ínfulas. No hay ni un solo reportaje interesante, las entrevistas dan verguenza ajena y si por casualidad encuentras algo que te interese minimamente descubrirás que tú sabes más que el redactor. Esos panfletos son como la publicidad del Carrefour pero con ínfulas de ser el New Yorker.
Chica, que velocidad en comentar. Estaba todavía decidiendo si quitaba el 'de hombres' del título porque no sé si acaba de ser apropiado para el post.
No puedo estar más de acuerdo con tu análisis. Ese aire de 'quiero ser el New Yorker pero no llego' me molesta mucho. Al menos, si en una revista sale en la portada Rihanna en bikini ya sabes lo que compras.
Publicar un comentario